31 días de Akafuri por diciembre

Espalda

―No te sientas culpable...

―Pero te hice mucho daño ―Metió el algodón en alcohol y se acerco a las heridas ―Aquí voy, te va a doler un poco.

Le paso suave por aquella espalda ancha de Akashi y los rasguños que le había hecho cuando habían hecho el amor, ni se había dado cuenta siendo que incluso tenia las uñas bastante cortas había hecho cortas había provocado cortes dignos de un gato salvaje. Lo había pasado tan bien y el placer sentido había sido tan grande que se había olvidado de todo dejándose llevar por las sensaciones por completo.

Termino su trabajo y le intento poner gasa para tapar las heridas. Akashi no quería usarlas, pero a pesar de ello se dejó hacer.

―Sabes que volveremos a hacerlo pronto, no sirve de nada que las cubras.

―Ya sé, pero al menos no quiero que se te infecten.

Seijūrō sonrió ampliamente pensando en algo.

―Creo que serás un buen esposo Kōki.

―Solo hago lo que es correcto. ―Aunque dijo eso ambos estaban sonrojados.

―Y eso es lo que me encanta de ti. ―Fue tomado del brazo y arrastrado a la cama donde terminaron haciendo el amor un par de veces más aquella noche.