La gran casa hubicada en el 𝑽𝒂𝒍𝒍𝒆 𝒅𝒆 𝑮𝒐𝒅𝒓𝒊𝒄 era acogedora, en ella habitaban cuatro personas; James Charlus Potter, Lily Potter, su hijo mayor Harry James Potter y su hijo menor Evan Potter.
Una mañana invernal un hombre de cabellos negros y ojos grises fue a buscar a su ahijado para llevarlo a su casa debido a que el pequeño Evan estaba enfermo, y sus padres no querían dejar solo a Harry a pesar de ya tener 14 años.
Fue recibido con los brazos abiertos en la casa y luego de despedirse tomó a su ahijado entre sus brazos para aparecerse en Grimmauld Place n°12, dentro de la casa se encontraban más personas entre ellas estaban; Regulus Black, Narcisa, Lucius y Draco Malfoy.
El Potter fue recibido con muchos abrazos y besos de parte de toda su familia.
Tiempo después a la hora del almuerzo, ambos chicos se quedaron en el salón, mientras que los mayores se dirigían a la cocina a hacer una muy deliciosa comida.
El rubio sacó de una pequeña bolsa muchisimos dulces para compartir con su mejor amigo, luego de un rato ellos jugaban al ajedrez mágico cuando Harry vió cómo Draco estaba por comer el último dulce.
"Oye" murmuró el castaño. "Yo lo quería"
"Así que tu lo querías?" preguntó el rubio con una sonrisa divertida.
"Ujum" respondió el más pequeño con un murmuro y haciendo un pequeño puchero de sus labios para chantajear al rubio.
"Tus chantajes no sirven conmigo Hufflepuf de quinta" dijo con una sonrisa altanera haciendo que Harry bufara algo molesto.
"Con Cedric si funcionaba.." murmura funciendo el ceño.
"Lástima, pero yo no soy Cedric"
"Eso ya lo sé hurón" dice con una sonrisa al ver como Draco hacía una mueca.
"Jum.. Bien te lo daré, pero" aclaró al ver el brillo en los ojos de Harry "Lo tomarás así" completó abriendo el chocolate, agarrando la mitad entre sus labios.
"Eso no se vale!" grita indignado.
"Todo se vale, son mis reglas" dice haciendo un amago de comerse el chocolate.
"Bien! Solo dame un segundo" dice para luego moverse por un costado del tablero, acercando sus labios a los de Draco para poder tomar su dulce, no contando con que el Slytherin lo jalaría del brazo, haciendo que junten sus labios en un beso que hacía que el chocolate se derritiera entre ambos.
Cuando al fin se separaron el pequeño Hufflepuf mencionó con un sonrojo.
"Que mal que ya no quedan chocolates"
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Espero que les haya gustado este pequeñísimo one-shot mis amores 😁
Lamento cualquier falta de ortografía ^^"
Nos leemos pronto uwu
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𝑪𝒂𝒓𝒂𝒎𝒆𝒍
Short Story"Quiero el chocolate Draco!" "Y si no te lo doy?" Prohibida cualquier copia o adaptación sin autorización
