Ecosistema: Convivencia y respeto

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Hay ciertas personas que son fieles a sus costumbres y tradiciones, ya sea obtenidas a través de su familia, religión u algún otra representatividad con la que ésta viva. Una de éstas es la alimentación. Independiente de las supuestas necesidades nutricionales que podamos tener, alimentarse de otros animales ya sea consumiendo su carne, bebiendo de su leche materna (que cada madre fabrica en su cuerpo para sus hijos), hasta los embriones de futuros pollos que ni siquiera alcanzan a nacer antes de que nuestra necesidad culinaria los requiera, esta alimentación ''omnívora'' esta avalada por una filosofía llamada antropocentrismo. 

Durante la Edad Media el universo se ordenaba con la tierra en el centro, inmóvil y todos los astros, incluyendo al sol, girando alrededor de ella. La idea era que el hogar del hombre, llamada como la cúspide la creación divina de Dios, era el centro en el cual todo orbitaba. La tierra y el hombre estaban ubicados en una posición preferencial, por lo que poner en duda este modo de ver la realidad, sería un gesto de rebeldía ante Dios. 

El cambio de esta forma de ver la vida, comenzó cuando investigadores y científicos, entre ellos Copérnico y Galileo Galilei, plantean diversas teorías desbaratando el antropocentrismo creado por la fé en Dios, sacándonos del centro del universo y probando que la tierra se movía alrededor del Sol. No estamos al centro ni somos especiales, pero seguimos actuando como si lo fuéramos. 

Pero el antropocentrismo en su filosofía no convoca una realidad conocida pero poco concientizada: somos parte de una trama en movimiento, en lo que respecta al vivir humano. Esto se traduciría en que  incluso nuestro pensar afecta, a todo. Cada pensamiento y sentimiento, que en mi vivir movilizo una energía que toca a toda la red planetaria, a todo un ecosistema embargado de vida, especies, naturaleza.  Cada instante es significativo, que los gestos importan, que el entusiasmo y amor que pongo en mi quehacer se transmite al todo, que soy responsable, con todos, de la gestación de un mundo en armonía. 

Nuestro paso por el mundo es sencillamente más corto que un pestañeo para la inmensidad del universo infinito. Somos parte de la nada y a la vez de todo. El universo te ha visto nacer y crecer gracias a la vida que te rodea y que pertenece al mundo tanto como tu perteneces ahora a él. Permítete vivir más allá que la particularidad de la vida personal, y notar una red que nos conecta con el todo. Vivimos egocentrados, luchando por nuestros pequeños imperios en una vida que muchas veces cansa y deprime por la pequeñez y mezquindad de su propósito. Necesitamos más, cambiar de enfoque, ampliar la perspectiva y vernos como un nodo en la red de la vida, un nodo por donde circula la energía, damos, recibimos, compartimos. 

La idea antropocéntrica nos ha llevado a relacionarnos con la naturaleza en términos de uso y abuso para nuestros intereses particulares, explotando sus recursos y animales, sin comprender que nosotros también somos naturaleza y que lo que ocurre a cualquier aspecto de la trama viva, también nos ocurre a nosotros. Sólo hemos atendido a nuestras necesidades, sin la visión ampliada a las consecuencias que estos actos acarrearían. En vez de comprender al planeta como un sistema vivo del cual formamos parte, hemos actuado pensando que todo fue creado para nosotros. 

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⏰ Last updated: Dec 18, 2019 ⏰

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AntropocentrismoWhere stories live. Discover now