Andy me hizo pasar a su oficina para platicar en su escritorio.
—Jamás creí ver algo así, niña. Desde que llegaste, mostraste la convicción que poco se ve hoy en día y demostraste que realmente tenías lo necesario para el puesto. Durante estos tres meses, te ví moverte por aquí como si este fuera tu hogar y cada vez que te encontraba, siempre me recordabas más a mi mejor amigo, él era muy inteligente cómo tú y lo demostró igualmente a tú edad, pero el tenía un problema, algo que me preocupaba ver en tí también, pero ya veo que no es así, por lo que puedo estar tranquilo.
—¿Qué problema?.
—Jonathan era muy inteligente, sabía cómo hacer las cosas y entender a las masas, pero era incapaz de comprender a la gente que le rodeaba y eso afectaba nuestras relaciones con otras empresas al igual que con nuestros empleados, por eso yo siempre estuve a su lado, para compensar sus deficiencias y mantener esto a flote. Éramos un equipo pero el ya está en un lugar mejor.
Al escuchar eso, sentí un nudo en la garganta y mi visión se puso borrosa.
—Tranquila, no llores, al contrario, deberías estar feliz. Quiero felicitarte, porque eres tan inteligente como él pero tú eres mucho más, ya que si puedes entender a los demás. Mi nieta dice que eres una gran persona que aprende y mejora, por eso cuando te ví tan enfocada en que ambas empresas salgan beneficiadas durante tu reunión y la cortesía con la que respondías sus dudas, no hubo nada más que pensar, te heredo el puesto, no solo la parte de John, sino la mía también, ahora están a tu nombre. Al fin podré retirarme sabiendo que John estaría orgulloso porque llegaste.
Lo intenté pero las lágrimas salieron por si solas.
—Andy... Mi amigo, soy yo, John—dije sin pensar.
—No juegues conmigo, niña, que cosas dices.
—De verdad, yo...
—Detente, aunque pude haberlo creído en otro momento, John me visitó hace poco. Se veía tan bien como cuando éramos jóvenes y me dió este anillo para no olvidarme de él.
—No...
De pronto la expresión de Andy pasó de ser amigable a temible.
—Vamos, no me digas que no te lo esperabas—dijo cambiando su aspecto al de mi viejo cuerpo cuando era joven.
—Tú, maldita. ¡Ya basta!, No entiendo porque me odias tanto.
—Me encanta, así te quería ver. Frustrado... Atrapado. Así es como yo me sentí cuando desperté en tu decrépito cuerpo y cuando supe que no podría regresar a mí cuerpo, me sentí sucia, profanada por un maldito viejo pervertido cómo tú.
—Creí que ya habíamos hablado de eso, yo no planee nada de esto e incluso dijiste que estabas agradecida.
—Así es, ahora soy nuevamente joven y... poderoso, por eso había pensado en dejarte en paz, pero tenías que abandonar a mí madre para recuperar tu vieja vida, ¿No?. ¿Extrañabas los lujos de cuando eras joven?, ¿Ser reconocido y respetado?, No pudiste aceptar lo que estabas viviendo y escapaste sin importarte las personas que te rodean como cuando hiciste con tus padres. Eres un cobarde.
—Te equivocas.
—Vamos John, no intentes engañarme, yo soy quién te conoce mejor que nadie porque... Yo soy tú, ¿Recuerdas?.
—Tú no sabes por lo que he pasado, solo te basas en lo que has visto en los ojos de Andy. Esto va más allá de simples lujos.
—Claro, porque esas manos tan suaves y bien pintaditas me dicen que te esfuerzas demasiado, ¿Y que me dices de esos tacones?, Se nota que has tenido que vas de un lado a otro sin parar, o espera, ya sé, estabas dispuesto a sacrificarlo todo con ese vestido si no te daban el puesto, ¿Verdad?. Porque hoy te encontré sufriendo demasiado en el centro comercial, comprando todo lo que les ponían enfrente, llenandote de joyería y productos caros como ese reloj. De verdad que me enferma que pretendas ser una buena persona cuando se quién eres, las decisiones que tuviste que tomar para conseguir este imperio, las personas que pisoteaste sin siquiera mirarlos.
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Anillos Del Tonalli: Vida Y Muerte(Finalizado).
DiversosCréditos de portada: LRiaas💜 ... Jonathan Carrasco Madero es un hombre de ochenta y siete años, quien vivió en la época del machismo donde los problemas se arreglaban con armas, sin embargo su gran capacidad mental lo ayudó a salir de la pobreza y...