THE NIGHT SHIFT [trad] || s.cb + l.f [changlix]

❥thirty: move

Changbin sacó esa familiar caja negra de tamaño mediano de debajo de la cama. Felix se obligó a ser paciente, aunque eso fue bastante difícil para él, y observó con ojos curiosos y hambrientos cómo el mayor rebuscaba. El australiano solo lo había visto una vez antes, y fue un vistazo rápido más que cualquier otra cosa; así que solo estaba vagamente al tanto de algunos de los posibles resultados. Sabía que el mayor tenía esposas, un collar, múltiples tubos de lubricante aromatizado, así como un vibrador, pero aparte de eso, el rubio ignoraba qué otras cosas había dentro de esa caja. Realmente, el más joven no estaba seguro de por qué nunca había preguntado al respecto. Changbin no habría tenido problemas para decirle la verdad, y no le habría ocultado nada a Felix; era solo que el más alto nunca había preguntado sobre eso. Nunca cuestionó nada y, por lo tanto, el pelinegro nunca sintió la necesidad de explicar las cosas. Simplemente asumió que podían experimentar a medida que avanzaban, ya que así había sido todo lo demás en su relación.

"Felix ", Changbin pronunció el nombre del rubio, su voz dominante aunque sonó también amable, de alguna manera. "De rodillas".

El australiano no hizo absolutamente ninguna pregunta. Simplemente se acercó al borde de la cama donde estaba parado el mayor, y se colocó de rodillas como le dijo. Después de todo, no era como si esa fuera una postura desconocida para el más joven. Changbin pasó el pulgar por el labio inferior del chico más alto mientras Felix lo miraba con ojos de ciervo.

"... ¿Qué quieres hacer?" Preguntó el pelinegro, mostrando su lado más suave a través de la fachada dominante que le gustaba jugar cuando los dos eran íntimos.

"Lo que quieras", respondió el pecoso rápidamente. "Lo que quieras, lo intentaré al menos una vez".

Ese aspecto del más alto era otra cosa que Changbin admiraba de Felix. Estaba muy abierto a probar cosas nuevas, a pesar de parecer el tipo de persona recta que establece las cosas de las formas que él quiera. En realidad, el rubio era un ser humano de mente abierta, más que la mayoría, y cuando se trataba de sexo, estaba listo y dispuesto a probar cualquier cosa que Changbin quisiera hacer.

"¿Confías en mí, Felix?" preguntó el mayor, buscando una respuesta sincera.

"Sí", respondió el australiano con confianza, sin dudar en absoluto, "Confío en ti, Changbin".

Con esa confirmación, el más bajo sonrió suavemente y metió la mano en la caja una vez más. Había estado pensando en eso, pero no sabía cómo iba a pasar a un nivel más alto con Felix, por lo que pensó que sería mejor guardarlo hasta conocerse más intimamente.

Quería guardarlo para cuando hubiera más confianza y comprensión entre él y el más joven. El corazón del australiano dio un vuelco cuando vio una venda para los ojos en la mano del mayor. Al principio, un poco de miedo comenzó a correr por sus venas. La idea de que uno de sus sentidos principales fuera suprimido de tal manera era aterrador. Pero, al mismo tiempo, era emocionante imaginarlo. Estaba lejos de ser lo más riesgoso que habían hecho, pero para el rubio, era algo que nunca había pensado en hacer hasta ese mismo momento. Nunca lo había considerado en lo más mínimo, y ahora que lo estaba haciendo, estaba listo y dispuesto a intentarlo.

Alargó la mano y le quitó la venda a Changbin. El pelinegro lo miró con curiosidad, buscando en sus ojos cualquier sensación de vacilación o miedo. Sin embargo, no había nada como eso presente dentro de los iris de Felix. Indudablemente había indicios de nerviosismo, pero aún así, el pecoso parecía estar emocionado de probar algo nuevo.

No tenía miedo porque estaba con Changbin, y tal como lo había confirmado momentos antes; confiaba en él.

Felix se adelantó, manteniendo las rodillas presionadas contra las sábanas mientras lo hacía. Puso una mano sobre el cuello del pelinegro de una manera delicada. El suave toque del rubio envió chispas eléctricas al cuerpo de Changbin, y suspiró suavemente ante la sensación.