El hilo rojo del destino

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¿Alguna vez han oído hablar del hilo rojo del destino?

La leyenda cuenta que todas las personas tienen un hilo rojo atado a su meñique, el cual te conecta con tu alma gemela. No importa que tan lejos estén, no importa si nunca se ven, el hilo nunca se cortará. Creado por el destino, este hilo se estirará hasta el infinito sin poder romperse jamás.

Aunque no todo es amor.



La luna estaba en su máximo esplendor, mientras las aguas se batían, la marea emitiendo sonidos que relajaban a la feliz pareja.

Era su aniversario, su relación había sido duradera, unos siete largos años los mantenía unidos con felicidad. Claramente habían peleas, en cualquier pareja ocurren peleas, sean pequeñas o grandes, pero han sabido superar aquellas y planeaban superar muchas más.

Ese año algo especial ocurriría, un deseo que podría unirlos para toda la vida estaba planeado.

Un pelinegro acariciaba felizmente la espalda de su pareja, Taehyung, quien se encontraba desnudo, devolvía las caricias en los cabellos del mayor.

Acababan de terminar su acto, habían estado unidos mediante sus cuerpos, procesando todo el amor que sentían, todo lo que su corazón decía.

Y Taehyung creía que Jungkook era su alma gemela, realmente podía sentirlo, lo amaba con todo de sí. Nunca habían perdido el romanticismo, nunca habían dejado de ser los adolescentes enamorados, lo único que había cambiado de esos tiempos, eran sus profesiones.

Jungkook, como dueño de un restaurante, preparaba las comidas más culinarias de su ciudad, y puede que del país. Mientras Taehyung, un gran artista, pintaba los cuadros más importantes de su época. Los dos se congeniaban tan bien, que muchos podrían tenerles envidia por su perfecta relación.

A pesar de eso, ellos vivían tranquilamente en su burbuja.

La cama, rodeada de pétalos rojos de una rosa, los dejaba descansar mientras adornaba la cabaña. Habían querido celebrar ese aniversario fuera de casa, aunque Jungkook lo hizo por otra razón en particular.

Él quería que fuera especial, que Taehyung nunca olvidara ese día, que si las personas grababan aquello, quedara marcado en la historia, o algo así. Tenía en mente cada minuto aquella pequeña cajita aterciopelada, un objeto brillante capaz de hacer una gran promesa reposaba dentro.

En unos minutos irían a cenar, Jungkook había reservado una mesa en un restaurante medianamente sofisticado. Podría haber cocinado para Taehyung y aún así sería especial, pero necesitaba tiempo, no podía ponerse a cocinar y luego quedar pasado a comida. Tampoco cocinar antes de lo que habían hecho, para ese entonces la comida estaría fría y no quería eso. Y pensaba que podría ser especial de todas formas.

Y quizá esa fue la primera decisión errónea.

Luego de un rato profesando su amor con caricias y palabras dulces, los dos se levantaron, se vistieron con alguna ropa cómoda y formal.

Taehyung sabía que irían a ese restaurante, pero no sabía el verdadero plan de la cena, pensaba que quizá Jungkook quería probar comidas de otros lugares y ya.

Una vez vestidos y fuera de la cabaña, caminaron por los alrededores. Era un pueblo, uno pequeño a lo largo de la orilla del mar, pero sus casas y centros eran de lo más hermoso, todo adornado de luces amarillas que daban una ambientación relajante, más los diseños rústicos de las construcciones, le daba el toque de "el lugar de tus sueños", por eso Jungkook pensaba que era el mejor lugar para comprometerse.

El hilo rojo del destino | kookv ⇾OSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora