Narra Clarisse:
Aún faltaban un par de horas para que el banquete se realizara, aún no puedo creer que la madre de Lucia se haya creído el cuento que inventamos sobre Maria. Si supiera que solo es una chica del pueblo, se volvería completamente loca. Posiblemente si esto hubiera pasado unos años antes yo no estaría de acuerdo en lo absoluto pero con el tiempo me volví parte de las travesuras de Lucia incluso era cómplice. Hablando de la madre de Lucia me habia mandado a llamar, me preocupe un poco pero supuse que tenia que ver con Lucia lo que me diria asi que me apresure en ir.
-Catalina, vine lo antes que pude ¿Qué es lo que necesita?-Sus ojos me indagaron de arriba abajo, como si estuviera buscando algo en mi.
-Clarisse, dime una cosa ¿Hace cuanto lleva trabajando para mi familia?
-Desde que tengo memoria, mi madre primero me daba clases a mi antes de dárselas a su hijo para verificar que fueran los temas correctos.
-Por eso mismo, siempre has trabajado para nosotros. Tu madre fue una increíble mentora para Felipe y se qué tú también lo eres para Lucia, aunque te haya tocado un diablillo de alumna. He escuchado como uno de las hijas de los trabajadores ha cumplido la edad suficiente para comprometerse y con mi ayuda ha logrado reunir candidatos aptos para ella. Ya sabes, obreros, panaderos, algo que encaje con su clase social. Por eso, quiero hacer lo mismo para usted, quiero que se case y forme una familia junto a un buen hombre. Por lo que tengo entendido usted nunca ha tenido ningún interés amoroso durante años-Realmente no entendía a lo que se refería, pero sonaba realmente mal.
-¿Qué esta intentando decirme?
-En el banquete de hoy he invitado varios caballeros con una gran posición y se mueren por conocerle.
-No es necesario...
-Clarisse, dentro de unos años ya no tendrás tanta belleza como ahora y tu cuerpo ya no resistirá a los cambios de la maternidad. No pierda más el tiempo, dese la oportunidad.
-Catalina yo...
-¿Madre?-La voz de Felipe hizo que me recompusiera.-Oh Clarisse se encuentra contigo, no sabía que se encontraban reunidas.
-Hijo mio-Catalina tenía cierta debilidad por su hijo, siempre había sido de esa forma con el.-Me reuní con Clarisse para comentarle sobre su pronto compromiso.
-¿Vas a casarte Clarisse?-Su voz sonaba tenua, como si no le importara en lo absoluto.
-Si, es posible que esta noche conozca a su prometido. Estoy realmente emocionada.
-Debo irme-Me apresure a decir mientras me dirigía a la salida de aquel salón, por suerte nadie me detuvo y pude escapar sin problemas. Mis pies se movian ágilmente pero mi cabeza no dejaba de pensar en que tal vez esa noche cambiaría todo para mi y por un momento entendí como se sentía Lucía. Tan atrapada, sin salida.
Narra Maria:
Mis brazos fueron parte del consuelo de Bruno, el realmente se encontraba devastado por haberle visto con el pero al mismo tiempo sabia que no podía hacer nada al respecto. Lucia tenia una vida planificada y por desgracia el no era parte. No pude estar mucho tiempo con el ya que vinieron a buscarlo, al parecer algo había ocurrido y habían llamado a todos los hombres que trabajaban en el palacio. Supuse que era algo laboral y fue por eso que mi curiosidad no apareció. Quise regresar a la habitación de Lucia, al parecer ella iba a prestarme uno de sus vestidos para el banquete que su madre organizo para mi. Realmente no puedo creer que funcionará, que ingenua es la realeza cuando hablan de riquezas.
En el camino me cruce a Clarisse quien su palidez demostraba que algo me había ocurrido.
-¿Qué sucede?-Me apresure a preguntarle y ella me abrazo. Me tense un poco ya que no era exactamente una persona cariñosa pero al sentir como su cuerpo temblaba no pude evitar corresponderle acariciando lentamente su espalda.-Tranquila.