Más que un trabajo~ H.S~

Capítulo 16: No hay mal que por bien no valga

Capítulo 16: No hay mal que por bien no valga.

Capítulo editado

- ¿Qué? Tienes que estar bromeando. - Musité sorprendida. - A todo el mundo le gusta Bruno Mars.

- Bueno, Anny. A mí no. - Me miró por el rabillo del ojo y esbozó una sonrisa. - No me gusta su música. Es demasiado cursi.

- No es cursi, lo que pasa es que tú no sabes ser romántico. - Rodé los ojos dejándome caer en el asiento. - Sólo falta que digas que no te gusta Celine Dion.

Harry giró su cabeza hacia mí y soltó una carcajada al ver mi expresión de horror.

- ¡No puede ser! ¡Eres un monstruo!

(.....)

Una vez frente a la hermosa mansión, Harry aparcó el coche a un lado de la carretera. Salió del coche y rodeó este por la parte delantera. Llegó frente a mi puerta y la abrió caballerosamente. Le agradecí con una sonrisa amable y bajé del coche dejando a la fría brisa congelar mi cuerpo. Alcé la cabeza y observé el cielo, que era escondido por unas feas y enormes nubes grises.

- En cualquier momento lloverá. - Comentó Harry. Asentí y devolví mi mirada al frente. La imagen de Scarlett apareció en mi mente, y sentí unas náuseas en mi estómago al recordar lo pasado anteriormente.

Debía admitir que desde que llegamos al acantilado, este era el primer momento en el que me sentía mal por todo eso. Sin embargo, no me arrepentía. Sabía que estaba mal, y me sentía fatal conmigo misma, pero dentro de mí, mi corazón golpeaba tan furioso contra mi pecho que en el primer instante en el que le besé, sentí que no había mejor lugar que entre los brazos del rizado.

No me podía imaginar ver a Scarlett. ¿Cómo iba a mirarle a los ojos? ¿Cómo podría devolverle la sonrisa que siempre me regala, con los mismos labios que habían besado a su prometido horas antes?

- Anny, todavía no han vuelto. - Anunció Harry. Por una parte, me alivié, pero ese sentimiento de culpabilidad seguía dentro de mí. Asentí con la cabeza y comenzamos a caminar hacia la casa. Una vez frente a la puerta, me quedé apoyada contra esta mientras esperaba pacientemente que Harry la abriera. Sin embargo, suspiré al ver como se quedaba parado observándome durante unos segundos fijamente.

- ¿Vas a abrir? - Alcé mis cejas mirándole con diversión. Pronto la sonrisa se borró de su rostro y soltó una risa nerviosa.

- Tú ibas a coger las llaves. - Aseguró. Abrí mis ojos y negué con la cabeza.

- No, las ibas a coger tú. - Harry se frotó la sien frustrado y observé como una gota caía sobre su frente. Fruncí el ceño y elevé la vista, sin embargo una gota de agua se adentró en mi ojo izquierdo cegándome por unos segundos. Solté un quejido y me froté el ojo eliminando el líquido dentro de él.

- Mierda, va a empezar a llover fuerte. - Masculló mirando a su alrededor. Su cara se iluminó al ver algo detrás de mí y me giré para encontrar una la ventana de mi habitación abierta.

- ¡Oh, no! ¡Mi habitación se mojará! - Me quejé como una niña pequeña. Harry me miró como si fuera idiota y señaló nuevamente la ventana. El entendimiento llegó a mí. - Ah, claro. Entrar por ahí. Sí, ya lo sabía. - Solté una risa tonta.

- Tendrás que subirte a mis hombros. -Dijo Harry acercándose a la ventana. Abrí los ojos con horror y negué con la cabeza repetidamente.

- ¿Acaso quieres que muera? - Espeté aterrada.

- ¿Prefieres quedarte esperando bajo la lluvia durante tres horas hasta que Scarlett vuelva? - Su expresión de molestia me hizo entender que debía hacerle caso. Suspiré resignada y me acerqué a él.

- Si muero quedará en tu conciencia. - Me posicioné justo delante de Harry, su pecho rozaba mi espalda, y sus manos se colocaron en mis caderas.

- Tranquila, bebé. - Giré mi cabeza hacia él. Error. Su cara quedó a milímetros de la mía. - No te dejaré caer. - Me guiñó un ojo con una sonrisa pícara en sus labios y seguidamente hizo presión en mis caderas elevándome en el aire hasta dejarme sentada sobre sus hombros.

Desde aquí quedaba poco para conseguir llegar a la ventana. Alargué mi brazo hasta que tocó el marco de la puerta e impulsé mi cuerpo hasta que quedé colgando. Solté un grito asustado, ya que mis brazos se aferraban al marco pero mis piernas aún colgaban en el aire. Harry agarró mi pie y lo impulsó hacia arriba haciéndome caer al suelo de la habitación.

- ¡Joder! - Mascullé mientras oía la risa de Harry de fondo.

(....)

Cerré los ojos apoyando mi cabeza en el pecho de Harry. Habíamos puesto una película hacía un rato mientras esperábamos a que Scarlett y Liam llegaran. Aunque, al ver que no llegarían en una hora más (mínimo) me encontraba tomando una cómoda siesta sobre Harry. Mis piernas estaban en su regazo y tenía mi cabeza apoyada en su pecho, escuchando el latido de su corazón, mientras él me abrazaba. Bostecé y sentí como Harry jugueteaba con mi pelo.

- ¿Tienes sueño?

- Bastante.

- Entonces vamos arriba.

Sentí como pasaba uno de sus brazos bajo mis piernas, y el otro rodeaba mi cintura. Me alzó en el aire y me llevó como a un bebé hasta la habitación, donde me dejó echada sobre la cama y se tumbó a mi lado. Pasó su brazo por mi cintura y me atrajo hacia él, dejándome sentir su calor. Cerré mis ojos y sonreí inevitablemente. Me encantaba estar entre sus brazos, era el lugar donde más cómoda me sentía, sin duda alguna.