¿Que pasaría si los cuentos de hadas fueran parte de un mismo universo?, ¿Y si Bella y Cenicienta fueran mejores amigas?, ¿Y si la sirenita y Cenicienta amaran al mismo príncipe?, ¿Y si el amor eterno no es lo que parece ser?, ¿Y si la bestia fuera...
De vuelta en el castillo de Rothbart, Bella estaba teniendo de nuevo uno de sus extraños sueños. Sin embargo, este era uno diferente al que solía tener. Se encontraba caminando por un extraño lugar oscuro, y en todas partes podía oír una voz susurrante que la llamaba. Angustiada comenzó a dar vueltas en busca de alguna salida, cuando de pronto, delante de ella le pareció ver la sombra de un hombre, rápidamente, esta desapareció para dejar paso a un pequeño espejo, Bella miró con más atención y se dio cuenta de que se trataba del mismo espejo que había visto hace unos días en la habitación de Odile. Bella cogió el espejo y de pronto este comenzó a brillar mostrando una extraña imagen de una mujer de ojos rosados, con piel pálida y largo cabello negro.
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"Kiyomi Masami, la bruja de la belleza fatal", oyó decir a la misma voz que la había llamado antes, Bella se dio cuenta enseguida de que aquel nombre era el de la mujer del espejo.
De pronto, la imagen del espejo cambió para mostrar a Daniel, el amigo licántropo de Odile junto con aquella mujer. "¿Ahora Daniel también está en mi sueño?" pensó Bella confundida, cuando de pronto, la imagen del espejo se oscureció.
Bella se despertó confundida incapaz de entender qué significaba todo aquello.
"Porque sigo teniendo estos sueños, ¿Que me está pasando? " Pensó Bella frustrada e incapaz de entender nada.
"¿Entonces no has encontrado nada?" Oyó decir a una voz masculina desde fuera de la habitación.
"He buscado por todas partes, pero ha sido inútil" dijo a una voz femenina, a la que Bella reconoció enseguida como la de Odile.
Siguiendo las voces, Bella se asomó a la ventana de su habitación y vio a Odile sentada junto al lago.
-Es muy raro, es como si a Daniel se le hubiese tragado la tierra- dijo Odile que estaba hablando con sus amigos a través del lago como aquella mañana.
Al oír el nombre de Daniel, Bella no puedo evitar pensar en su sueño, ¿Tendría algo que ver con lo que estaba diciendo Odile?, llevaba meses teniendo sueños extraños, pero ninguno parecía tener relación con la realidad, ¿O tal vez sí?, Incapaz de encontrar la respuesta por sí misma, Bella decidió salir en ese mismo momento para hablar con Odile sobre aquel asunto.
- ¿Entonces no había nada en nuestra casa? - preguntó Jaques que al igual que por la mañana estaba reflejado en el lago sin estar realmente allí.
-Tú padre debe haberla saqueado, porque estaba totalmente vacía- respondió Odile cabizbaja.
- ¿No quedaba siquiera algo de su ropa? - preguntó Jaques preocupado.
Odile se limitó a negar con la cabeza para disgusto de sus amigos.
-Entonces ni siquiera podemos hacer un hechizo de localización, no tenemos nada suyo...- respondió Saphir tristemente.
- ¿Entonces es seguro que no está en el castillo del tío Barba azul? - preguntó Odile preocupada.
