Atracción mecánica

Cap. 9

-Marta-

No puedo apartar mi mirada de la suya, sus ojos son hipnotizantes.

¿Qué te está pasando, Marta?

De pronto despierto de mi trance cuando escucho la voz de Bruno

-Eh, gracias. Si quieres puedes quedarte y ayudarme- lo noto raro, ¿habrá sentido lo mismo?

-Vale, ningún problema.

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Chat de WhatsApp: Bbys Automoción (este es el nombre del grupo que tengo con mis amigos del ciclo superior)

Clau: '¿Habéis visto los deberes que ha colgado el profesor de Tratamiento y recubrimiento de superfícies?'

David: '¿Cómo? Yo no lo he visto. ¿Es muy difícil?

Albert: 'Lo he visto esta mañana, es super difícil. No sé cómo lo voy a hacer'

Cuando llego a casa de las prácticas veo eso y me pongo histérica. Esta es una de las asignaturas más difíciles, no sé qué voy a hacer si dicen que es tan difícil.

Dejando ese tema de lado... Me acabo de acordar que hace días que no hablo con Vero, voy a llamarla.

Llamada con Verónica

-¡Hola Vero! ¿Cómo estás?

-Bien cariño, ¿y tú? Hace días que no me cuentas nada, es raro en ti.

-Es que con el instituto y los estudios voy loca. Encima acabo de enterarme que nos han puesto un trabajo super difícil para entregar de aquí a tres días y no sé qué voy a hacer, el profesor nos lo ha mandado hoy.- bufo enfadada.

-Qué horror, entonces no tendrás tiempo de quedar, ¿verdad?

-Qué va, tía. No tengo tiempo para nada, y ahora con esto menos aún.

-Puede que no te guste lo que te voy a decir pero, ¿por qué no le pides ayuda al buenorro del mecánico?

-¿A quién?

-A ese del taller dónde estás.- esta chica es de lo que no hay, se explica fatal

-Hay dos en el taller y ninguno de los dos está buenorro.

-¡Cómo que no! ¿Tu has visto al bombón ese castaño? Ya me gustaría a mí estar en tu lugar.

-Por cómo lo describes supongo que es Bruno del que hablas, el hermano medio simpático, porque el otro.... Es un ogro.

-No sé cómo se llaman pero eso da igual. Pídele ayuda al medio simpático, seguro que te dice que no.

-Bfff, no lo creo amiga pero lo intentaré mañana. Muchas gracias, te dejo que voy a cenar. Besos.

-¡Adiós amiga!

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Al día siguiente, después de un día horrible de clases llego al taller. Por suerte solo está Bruno.

-Hola

-Hola Marta. Vaya cara llevas hoy, ¿no?- qué bien (nótese mi ironía), incluso él se ha dado cuenta de mi cara.

-Es que el día de hoy ha sido un asco, el profesor de Estructura de vehículos nos ha pegado la bronca como si fuéramos niños, ayer nos enteramos de que para Tratamiento y recubrimiento tenemos que hacer un trabajo super complicado para de aquí a dos días y no sé qué voy a hacer.

Veo duda en su mirada e incluso un poco de pena. Qué raro. De pronto su voz me sorprende.

-Si necesitas ayuda en algo aquí me tienes.- pellizcadme porque no sé si estoy soñando. ¿Sin que yo le haya pedido nada me ha ofrecido su ayuda?

-¿De verdad? La necesito y mucho.- mi cara debe ser un poema ahora mismo, una mezcla de ilusión y desesperación.

-Sí claro, ¿tienes aquí lo que debes hacer?

-Sí, lo llevo en la mochila.

-Pues ves al despacho, acomódate mientras acabo con esto y te ayudo- creo que voy a chillar, ¡me va a ayudar!

¿¿Y tú para qué te ilusionas tanto? ¿¿No será que te hace tilín este chico?? Mi consciencia es imbécil, perdonadla.

Sisi, yo soy imbécil pero tú no niegas lo que he dicho...

Hago caso omiso a mi voz interior y voy directa a su despacho.

Continuará...

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¡He vuelto! Siento haberos abandonado durante tanto tiempo, los examenes me tenían hasta arriba. Ahora que es navidad, intentaré compensaros.

Espero que os guste el capítulo, besos.