¿Cambiar? Sólo por ti

Mía, otra vez mía

Eren

Esperamos un buen rato....mientras tanto seguíamos observando como los demás se reían y hacían babosadas de cualquier tipo.

Se subían sobre las mesas, hacían retos de quien aguantaba más bebiendo, cuantos "siglos" hemos estado juntos y otras cuantas cosas sin sentido.

Algunos ya estaban dormidos, escuchaban un ruido fuerte, se despertaban, gritaban en celebración y se dormían de nuevo, realmente esto me causaba gran gracia.

Aveces me gustaría sentir como es embriagarse de la forma que a todos les pasa, pero como mi cuerpo se acostumbra mucho a regenerarse no me afecta de esa manera tan brusca, a pesar de que me tome una botella entera...eso nunca pasa.

Lo que sí es algo extraño es que Mikasa creo que ha bebido lo mismo que yo pero tampoco se ha embriagado ni un poco, parece normal como si todo este tiempo estuviera bebiendo agua en vez de vino o cualquier otro tipo de alcohol.

Es extraño, pero en cierta forma me da igual.

En un momento dado, Mikasa me tomó del rostro y me besó, con tanta tranquilidad y normalidad que no pude evitar no seguirlo pero cuando comencé a acceder a aquél beso ella se separó de mi, haciendo que la mirara algo extrañado

~ Ya debemos irnos ~  susurró a mi oído, dándome a entender que ya era hora

~ Sal tú primero ~  susurré para después dar el último trago de la copa que tenía en mano.

Mikasa también terminó de beber lo último que quedaba de su copa, la dejó en una mesa y salió del comedor, pasando desapercibida por los superiores.

Yo esperé unos pocos segundos para después hacer lo mismo.

Ya fuera del comedor traté de buscar a Mikasa con la mirada pero al parecer la oscuridad era más densa.

Fui caminando en dirección a el pasillo de las habitaciones cuando de repente siento unas manos suaves tapar mis ojos, delatándose al dejar escapar una leve risita.

Tomé esas manos y traté de retirarlas de mi vista, pero no lo logré tan fácil

- ¿Qué quieres lograr con esto? -  pregunté a "la nada" pero no obtuve respuesta, me senté en el suelo y esas manos se mantuvieron igual.

Sentí como "alguien".....o sea Mika, se agachaba a mi altura y se acercaba por detrás hasta estar bastante cerca de mi oído

~ ¿Ya estás listo? ~  preguntó con una voz algo coqueta

~ Para ti...siempre ~  respondí

Mika rió y destapó mi vista para luego comenzar a correr por los pasillos, yo la seguí y también comencé a reír, ya que en cierta forma, ella también quiere que esto vuelva a pasar.

Mikasa se adentró en el pasillo de las habitaciones, acelerando un poco más su paso, abriendo la puerta de mi habitación y entrando sin cerrarla.

Llegué poco después y la encontré de espaldas, mirando hacia la ventana.

Yo cerré la puerta y me acerqué a ella, rodeando su cintura con ambos brazos y recargando mi cara en su hombro descubierto

- Al parecer la noche sabe lo que pasará -  dije admirando como las estrellas brillaban de forma peculiar y como la luz de la luna entraba por la ventana

- Sí...al parecer -  oí hablar a Mika

Ella recostó su cabeza en mi hombro y yo volteé a verla, Mika sonrió y dirigió su mano a mi cabeza, acercándome a ella y comenzando un beso lento y tierno, para después convertirse en uno apasionado y repleto de deseo.