Capitulo 84

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Capitulo 84

La hora pasa más rápido de lo que esperaba, a pocos minutos y ya casi retrasada, me stoy terminando de vestir, me maquillo un poco y bajo, le doy las indicaciones a la niñera y besando a Aldana, ya dormida, me voy.

Lali: Hola. (Entrando)
Emanuel: Que linda estas. (Mirándome) Pasa.
Lali: (Entrando) Gracias. Trate de ser lo más formal que pude.
Emanuel: Y te queda bien. Sácate el saco que lo cuelgo.

Hablamos de cosas pendientes, me conto un poco más de su vida y me interrogo sobre la mía; No voy a dejar de repetirlo, siempre la pasábamos bien juntos, eran raras las veces que nos llevábamos mal, nunca entendimos porque lo nuestro termino, no había razones, había escusas sin sentidos.

Mientras cenamos, las cosas se están volviendo más intensas, más intima, está llegando a un lugar que no debemos, pero que queremos.

Emanuel: Siempre la pasábamos bien cuando estábamos juntos.

Me mira fijamente, se pone de pie y se acerca a mí, toma mi mano y me invita a ponerme de pie junto a él, cara a cara, posa su mano en mi nuca, su mirada sigue en mi, roza sus labios con los míos y camina, yo de espalda a la dirección que vamos.

Me la imagino, su pieza, y mis sospechas se fugan cuando mi pierna choca con la cama; Siempre mantuvimos el buen deseo sexual con él, siempre hicimos el amor con el buen sexo.

Agarra la parte baja de mi remera, la sube con cuidado y me la quita del mismo modo; Poso mi mano en su pecho, siempre me gusto tocar sus “tablitas” como le decía, intento desabrochar uno por uno de los botones de su camisa, no lo miro, estoy concentrada en quitarle esa prenda que molesta, pero sé que su mira está en mi. Logre quitarle la camisa, sus manos, van desesperada a mi pantalón, bajando el cierre, lo desliza sobre mis piernas, introduce su mano por la parte superior de mi ropa intima, y las baja de a poco logrando sacármela. Acerca su boca a la mía y empieza a besarme, pasa sus manos por mi espalda buscando el abrojo de mi corpiño; Me quita de la intensidad con lo que dice;

Ema: Tomas las pastillas?
Lali: Si, pero me gustaría que te cuidaras vos también.

Asiente y saca su pantalón, cuando va a quitarse su bóxer, pongo mi mano sobre la suya y me mira, entiende lo que quiero, se lo saco, apoya más su cuerpo con el mío y puedo sentir lo que tiene.

Me deja acostada sobre la cama, saca algo del cajón de la mesita de luz y se coloca encima de mí, sobe mi cintura, con su pene duro, lo miro cuando él intenta ponerse el condón.

No sé si pasar una noche con él es lo mejor, pero si es lo que me conviene.

Una vez listos, clavamos nuestra miradas en el otro, él empuja hacia adelante, siento su deslizamiento dentro mío, me hace gemir y le clavo las uñas en los hombros; Se que estoy reviviendo lo que éramos en el pasado, hoy me doy cuenta que extrañaba el verdadero sexo.

Prometí hacerlo sin ataduras, sin culpas, y voy a cumplir, me voy a dejar llevar.

Es un acto muy íntimo y está penetrándome; Nuestras respiraciones y gemidos rompen con el silencio que existe. Con cada embestida que me da, con cada movimiento coordinados de ambos, me está haciendo desaparecer las imágenes a como lo recordaba, es diferente.

Emanuel: Así es como el sexo tiene que ser, lento, sin ataduras. (Dice en gemidos)

Queda quieto, se lo que se viene, lo recuerdo muy bien; Sale de mi y ataca mi boca con besos, baja suavemente por mi cuello hasta llegar a la parte baja de mi estomago, mi cuerpo se arquea con solo pensar lo que se viene, levanto mi cabeza, tomo las sabanas arrugadas y las envuelvo con un puño en mi mano, besa mi sexo, luego siento unos cálidos dedos posarme en ese lugar, hago caer mi cabeza sobre la almohada, mete sus dedos dentro de mí, me penetra, con su mano liberada, acaricia mis pechos mientras que con su boca me besa mi vientre.

Quita sus dedos dentro de mí, mi cuerpo se tensa más al sentir su lengua en mi clítoris, me dejo llevar, lo estoy disfrutando, estoy viviendo lo que extrañaba, solo él sabe cómo hacerme llegar a las nubes, dejo que haga de mí, lo que quiera.

Emanuel: Decime lo que quieres. Decime lo que me gusta escuchar. (Me pide en un gemido)
Lali: Termina dentro de mí, (Con la respiración entre cortada) no me dejes terminar sola.

Se sube arriba mío, y entra una vez más en mi, sus caderas con las mías hacen el resto, no falta mucho para que terminemos.

Una sola embestida más, y mis piernas se relajan al igual que su cuerpo, deja caer su cabeza en medio de mis pechos, sus movimientos desaparecieron, su respiración es agitada y mi cuerpo cansado, reposa bajo de él.

Emanuel: Podemos seguir viéndonos?
Lali: (Terminándome de vestir) Viajo a capital, te llamo cuando este de regreso.
Emanuel: En unos días viajo rumbo a Córdoba, espero verte antes.
Lali: A que viajas?
Emanuel: Estoy ayudando en campañas preventivas.
Lali: No se cuento tardare allá, espero lo mismo que vos.
Emanuel: Extrañaba feo el buen sexo.
Lali: Estoy de acuerdo con vos. (Poniéndome el abrigo) Teniéndote al frente mío, me pregunto qué fue lo que paso para que lo nuestro termine.

CONTINUARA…

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