pretty omega.

Un

Eran aproximadamente las seis de la mañana,la habitación se encontraba algo oscura gracias a que las persianas se encontraban cerradas,tan solo pocos rayos de sol se lograban escabullir entre los pequeños espacios de algunas persianas dañadas.

Un omega de hebras rojizas fué el primero en despertarse, tenía un gran dolor en su cadera y trasero,el día anterior se había caído de una silla y agradecía a la luna que el alfa no se hubiera dado cuenta.

—¿Bebé?—preguntó el azabache frotando sus ojos—¿Por qué te levantaste tan temprano?,vuelve a la cama~—su voz sonaba más profunda y ronca,el pelirrojo tan solo se derretía ante aquello

—Es solo que no puedo dormir—enredó sus dedos en las oscuras hebras del azabache,escuchando los bajos ronroneos a causa de las caricias—Tú sigue durmiendo, iré a prepararme el desayuno..—intentó levantarse de la cama, pero los fórnidos brazos del alfa evitaron que se levantara—Bebé..

—Quédate otro rato más,¿Si?,te he sentido distante estos días,te extraño,Mingi.

El pelirrojo miró el adormecido rostro del alfa,no era una Mentira que hacia ya una semana que no le prestaba demasiada atención,todo por estúpidas inseguridades que muy bien sabía que no terminarían en cosas buenas

Cuando intentó recostarse,el alfa quitó sus brazos para hacer la acción más fácil

—lo siento—se escondió en su cuello,instintivamente hundió su nariz en este,llenando sus pulmones del agradable aroma de su alfa.

Una combinación de lluvia y chocolate puro, podía jurar que si cerraba sus ojos,se imaginaba en una cabaña en el bosque, bebiendo un chocolate caliente mientras la Lluvia perlaba las ventanas.

Simplemente era perfecto.

—¿Por qué te alejaste tanto?,anhelaba tanto tu tacto—suspiró cerca de su oreja,una de sus manos se dedicó a masajear su cuero cabelludo,logrando oír los ronroneos de satisfacción del omega

—es solo que...—se aferró al cuerpo de su alfa,ronroneando y suspirando con la tranquilidad de estar entre sus brazos— Bueno,yo...te ví con esa chica...de nuevo mis inseguridades me rendieron cuentas.

sus ojos comenzaron a picar, lágrimas amenazaban con salir.

Se había puesto territorial,gracias a eso había terminado llorando en el baño por desconfiar de su alfa.

Sus ojitos se cerraron cuando sintió varios besos en su mejilla y mentón,besos,besos y muchos besos más le hacían ronronear emocionado,por lo que terminó expulsando feromonas de alegría

—¿Te he dicho que eres hermoso?,eres perfecto mi vida—ronroneó, dejando varios piquitos en sus labios—Cuando te sientas inseguro, dímelo,no me enojaré contigo. Nunca sería capaz de estarlo

Los ojos del pelirrojo se cerraban constantemente,la suave voz de su alfa le transmitía tanta paz que mágicamente el sueño había llegado como grandes olas hacia un pequeño niño de cinco años.

Terminó por quedarse dormido junto al alfa quien al estar olfateando las feromonas de relajación del omega,se contagió nuevamente por el sueño.

Un día lluvioso en un bosque,los dos abrazados mientras deleitan el delicioso sabor del postre de fresas y melocotón,acompañado de dos tazas de chocolate y una cálida manta que los enrolla brindándoles su calor.