Despierto totalmente desesperado, me cuesta convencerme de que solo ha sido un mal sueño, miro a mi al rededor y está todo muy oscuro y frío, la cama. Se siente un poco dura, me desperezo y noto que esta no es mi habitación, es un sitio muy raro del cual no tengo recuerdo alguno. Me levanto y busco alguna fuente de luz mas no hay nada que me ayude, recuerdo mi celular pero al prenderlo veo que no hay señal, esto parece una mala broma con todo en mi contra, salgo de la extraña habitación donde me encuentro y al otro lado de la puerta un pasillo interminable se presenta ante mis ojos, lleno de puertas a ambos lados y en el suelo una nota que no me detengo a leer. Siento un frío que me recorre la espalda y me doy vuelta apresurado, pero solo es la ventana abierta, me sereno y camino por el pasillo buscando algo más, de algunas habitaciones se pueden oír murmullos, a lo lejos oigo música y risas. "Es solo un sueño y nada más" me repito constantemente, los pelos erizados y el corazón latiendo como nunca antes, sigo caminando hasta que encuentro una escalera al final del largo pasillo, siento más calidez y veo una luz anaranjada, la música se hace aún más fuerte. "Buenas noches buen señor" oigo desde mi espalda, un hombre que por su vestimenta deduzco es un sirviente.
-"me alegra se una a la fiesta, ya falta poco para el festín" mi mente intenta comprender lo absurdo de la situación, pero me repito que es solo un sueño y no hay nada que entender. Sigo el sonido de la música y al llegar al salón una extraña escena se presenta en mis ojos. Gente vestida con extraños ropajes victorianos, con máscaras en el rostro, todos se voltean a verme y rápidamente reanudan sus conversaciones, no logro entender la mitad de ellas, parecen estar hablando en otros idiomas, entre todos estos me parece oír español, inglés, francés, ¿latín?, no es algo más complicado, algo que a mis oídos parece imposible de pronunciar, el solo hecho de intentar replicar una de esas palabras me produce una intensa incomodidad. Suena una campana, lejana pero cada vez más cerca todos callan, me parece que me miran a mi, dentro de mi mente oigo "hora de comer" la voz del sirviente. Las personas, se sacaron las máscaras. NO, llamarles personas no es acertado, donde debían haber rostros solo vi figuras retorcidas, cosas que jamás deberían existir, pensar en ellas me produce un intenso dolor. Estoy encerrado en un cuarto, huí, escribo esto por si alguien llega aquí, no sé que es lo sean esas cosas, pero puedo oírlos caminar por el largo pasillo. Un chasquido, el crujir de la puerta, un agónico grito y risas desaparecen en la nada, solo queda una nota en el pasillo.
Despierto, solo fue una pesadilla, la cama está un poco dura y todo está muy frío, oigo música, esta no es mi habitación...