Cuando Santa Claus entró a casa, se comió las galletas que había dejado para el.
No pasó mucho tiempo para que empezara a convulsionar. Disfruté el pesado eco que hizo su cuerpo al caer. Lo mire con furia, escurriendo furia.
-¿Qué esperabas, idiota? ¿Qué pensaste? ¿Creiste que no sabía lo que hacías con el hada de la nieve?
Detrás de mi la voz de un pequeño ayudante:
-¿Que hacemos con el cadáver, señora Claus?
ESTÁS LEYENDO
Cuentos Para Monstruos
Mystery / ThrillerHistorias cortas que narran un suceso terrorífico que no te hubieras imaginado al principio.