12 Deseos || Virgato || Terminado

02 Mi Príncipe

Su mirada solo se había apartado de la ventana cuando escuchó aquella voz, sintió un escalofrió recorrerle los huesos, él quería voltearse pero una parte quería seguir viendo aquella linterna que se alejaba cada vez mas.

-¿Te gustó?- repitió la pregunta -Se que solo es una pero te prometo mas, en nuestra cita-

Joel se volteó y cuando lo hizo se sorprendió, Chris estaba parado frente a él con un pantalón azul ajustado y un saco también azul pero con detalles dorados y cintas en los pectorales, era digno de un príncipe Disney.

Chris le veía con una sonrisa, mirándole curioso por encontrarlo en la ventana, luego paseo su vista por el resto de la habitación de Joel.

-Es muy normal- mencionó.

-¿Qué esperabas?- le dijo Joel negando con una sonrisa -¿Un tubo de bomberos? ¿Un tobogán de agua?-

-Claro que no- Le dijo riendo -Pero debido a que eres Rapunzel creí que las paredes estarían pintadas-

-Y tú deberías de haber escalado por la ventana-

-Tú ganas- se rindió alzando las manos -pero ahora vengo a invitarte oficialmente a nuestra segunda cita-

-¿No era más fácil un mensaje?-

-Matas mi romanticismo Joel, pero lo aceptaré porque te quiero- Chris sacó un pergamino enrollado y se aclaró la garganta -Joel Pimentel, se le invita a usted a pasar la velada con Christopher Velez, tu servidor, en una cita a la luz de la luna en donde experimentaras el mas mágico romanticismo. Atentamente, tu príncipe, Christopher Velez-

Christopher enrolló el pergamino y lo dejo sobre el escritorio de Joel, espero unos segundos pero parecía que Joel no respondería.

-¿Joel? ¿Aceptas?-

-Claro que acepto- le dijo emocionado casi saltando -Pero... ¿está noche?-

-Si ¿Algún problema?-

Joel se mordió el labio inseguro, normalmente tenia carta libre para salir cuando quisiera y sin importar la hora ya que normalmente no había nadie en casa pero ahora su mamá estaba ahí, debía de pedir permiso, solo era una formalidad pero aun así...

-Debo preguntarle a... a mi mamá-

-Claro, pero yo creo que ella... ¿Tu mamá?-

-¡Oh! No te lo dije, ella llegó de viaje hace dos días- le dijo Joel con una sonrisa.

El alma de Chris se congeló.

Se puso más pálido y comenzó a moverse nervioso por la habitación, no se esperaba nada de eso.

-¿Chris estas bien?-

-¿Por qué no me dijiste que tu mamá estaba en casa?- murmuró tratando de no ser escuchado.

-¿Te molesta?-

-Claro que no- negó inmediatamente -Quiero conocerla pero no así, que va a pensar de mí-

-Chris no te estoy entendiendo-

-Estoy en tu habitación vestido de príncipe- le dijo como si fuera obvio.

-Sigo sin entender-

-En serio amo tu inocencia- soltó un suspiro enamorado -¿Sabes qué pensaría tu madre si me ve dentro de tu habitación?-

-Okey, ya estoy entendiendo-

Ahora eran los dos quienes estaban muriéndose de nervios, Joel tampoco quería que su mamá conociera a Chris de esa forma, pero si no había otra opción.

-Saltare por la ventana- dijo Chris viendo la misma, pero Joel le detuvo.

-¿¡Estás loco!? Debe haber otra... espera- Joel caminó hacia su armario y sacó una maleta de allí, busco entre esas cosas hasta sacar una soga -Podrás bajar con esto-

Chris lo vio alzando una ceja, soltó una risa que se obligó a callar, no quería ser descubierto, Joel encontró un lugar para amarrar la soga y la sacaron por la ventana.

-Por favor no te caigas- le dijo Joel preocupado.

-No lo haré, pero ahora va tendré como subir por tu ventana- bromeó, haciendo reír a Joel -Pero deberás teñir la soga de amarillo, nos vemos esta noche Joel- le sonrió por última vez antes de empezar a descender.

-¡Estás loco!- Joel se alarmó al escuchar la voz de Erick muy nítida y que provenía del patio, saco un poco mas su cabeza por la ventana y podía ver claramente a Erick parado allí.

»Demonios, pensó Joel, nada podía salirle peor.

-Erick, querido ¿qué pasa?- esa era la voz de su mamá, se alarmó al ver que Chris estaba a mitad de camino, definitivamente esa era una peor forma de conocerse.

-Cre-creo que esta-tamos olvidando algo- le dijo Erick -Seria bueno si vamos a revisar la lista otra vez-

-Creo que tienes razón- asintió su madre volviendo a entrar a la casa.

-Te veo esta noche, vendré por ti- le dijo Chris cuando ya estaba en el suelo y salió corriendo hacia su casa.

-Adiós... mi príncipe- murmuró Joel.

Cinco minutos después Joel pudo respirar en paz gracias a que si se habían olvidado algo, tomillo si no se equivocaba, planta inútil pero que le salvó de que descubrieran a Christopher.

[...]

-Mamá ¿Podemos hablar?-

Joel se paró frente a ella, casi temblando, debía decirle porque a menos que hubiera un eclipse ya estaba oscureciendo así que Chris estaría es su puerta en poco tiempo. Para llenarse de un poco de valor tomó el pergamino que le dejó Chris.

-Claro cariño, ¿qué sucede?- le preguntó  le preguntó dulcemente dejando de separar las compras que había hecho con Erick.

-Saldré en la noche-

-Esta bien, pero no vuelvas muy tarde-

-¿No preguntarás con quien?-

-Me lo imagino, debe ser Erick, también me dijo que no podría ayudarme esta noche supongo que...-

-No, no es Erick- murmuró intranquilo -Es Chris-

-¿Hoy tendrán una cita?- preguntó su mamá sonriendo.

-Si-

-¿Él pasará por ti? Porque debe pedirme permiso para...-

-¡Mamá!- se quejo avergonzado.

-Recuerda que no quiero ser abuela aun-

-Eres hilarante- murmuro avergonzado caminado a las escaleras.

-Espera, que tienes ahí- Le quitó el pergamino de sus manos antes de que Joel se fuera y lo leyó -Esto es muy dulce, prometo no avergonzarte cuando venga por ti.

-No lo harás mamá, pero ahora debo alistarme-

Le quito el pergamino y subió corriendo a su habitación, después de todo aun debía encontrar algo que ponerse y sin Erick podría llegar a ser una misión imposible.

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Estamos a un paso de la cita Virgato.

Chris entrando como príncipe a la habitación de Joel y escapando de su mamá.

¿Dónde está Erick? ¿Quién lo sabe?

¿Lo sabrán algún día?

Tal vez.

Dejen sus teorias

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