¿Depresión?

6 2 0
                                    

A la mañana siguiente desperté y Vi al costado de la camilla a mi padre, Alberto Aguilera y mi hermana Rosario Aguilera (que por cierto es dos años mayor que yo) y al fondo podía ver a mi madre conversando con el doctor, no entendía lo que estaba pasando ya que cuando abrí los ojos me sentía adolorida. A los minutos mi madre junto con el doctor comenzaron a hablarme, me decían que por causa del accidente perdí la movilización de la pierna izquierda para siempre, y  que también afecto un nervio de mi cerebro(el cuál más adelante me causaría problemas).
Yo no entendía nada, imagínense, sufren un accidente y se despiertan con un doctor diciéndoles que perdieron la movilización de la pierna y  que posiblemente cuando sean más grandes puedan sufrir un trastorno por un nervio roto en el cerebro, yo quede atónita y en ese momento no procesaba todo bien.
Paso una semana, pude volver a mi casa pero...en silla de ruedas.
Yo me preguntaba ¿Por qué Ami?
¿Por qué justo en navidad? Y muchas más que ya no recuerdo, mi madre se disculpaba una y otra y otra vez, ya que sentía que por su culpa, yo estaba en la silla de ruedas casi postrada pero yo le hacía entender que no era su culpa. A lo largo del año pasado sufrí dos transplantes, uno de hígado cuando me intoxique con un pedazo de carne vencido y otro de riñón, ya que luego del accidente empeze a tener problemas. y por causa de tener tantas operaciones y estar en silla de ruedas muchos de mis amigos me dejaron de hablar por qué les daba "pena" verme como movilizaba en la silla. Pero Sofía se quedó a mi lado siempre, gracias a ella no sufro tanto de depresión.
Pero siempre estaba "ese" momento, cuando estás solo,y te pones a pensar, a veces pensar tanto un problema nos destruye .Por mucho tiempo sufrí en silencio, tenía pesadillas con el día del accidente. Pero un día me cansé de sufrir, y le conté todo a mi madre.
Ella me llevo con una amiga de ella que era psicóloga para ver si podían "arreglar" el transtorno que tenía.
Pero no sirvió de nada, yo seguía mal, sentía un vacío, como si me faltará algo.

Mi Angel De CorazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora