10:29 P.M del día 21 de Diciembre, paciente con intento de suicidio es remitido a la sala de urgencias, fue localizado dentro de su habitación por consumo descontrolado de pastillas.
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La primera noche que estuve en el Centro de ayuda "The angels" fue un poco estresante, me mantuve despierta con miles de pensamientos y un poco de enojo, acerca de cuantas personas habían logrado su objetivo y maldiciendo el porque yo no. Pensaba en cuantas personas habrían estado entre estas pequeñas 4 paredes. Comencé a hacer cuentas y termine deduciendo una cifra de al rededor de 10 personas. Al final de cuenta me daba igual, sabia que no podría ser la cifra exacta.
Cuando el sueño me mato por completo, soñé con un cielo rojo que se juntaba con el mar y reflejaba su color rojizo y a una persona caminando entre el mar. Se podía sentir la tranquilidad de aquella persona y el temor no existía en ella. Las olas del mar se desvanecían una vez tocando la tierra y una paz profunda abundaba en mi.
***
Soy la hija menor, así que la idea de compartir el baño me tenia un poco preocupada. Después de varias peleas en casa con mi hermano mayor por el baño, sabia que aquí tenia que evitarlo. Tanto es así que programe la alarma del despertador a las cinco en punto y luego, de madrugada, recorría el pasillo con mi toalla envuelta en mi cuerpo mientras todos los demás seguían durmiendo.
La idea de bañarme con chanclas era algo que no me agradaba, puesto que en casa no era necesario, pero aquí por instrucciones medicas y por la gran cantidad de personas que ocupaban este baño, es indispensable. Dudo de que alguna vez llegue a acostumbrarme.
En casa después de bañarme siempre tenia la costumbre de permanecer en cama hasta que me empezaran a gritar para que bajara.. Buscaba dentro del closet siempre la primera playera que encontrara y me pasaba el cepillo unas cuantas veces por el cabello, agarraba mi mochila y sin muchas ganas me dirigía al infierno; la escuela.
Aquella mañana, el gran día, a diferencia de otras, mientras me ponía el sujetador ante la ventana de mi dormitorio , me sentía totalmente vacía. Como si alguien hubiera pasado una goma por mi vida y, en lugar de borrar el sufrimiento y desastre, hubiera eliminado las partes que yo quería conservar, que me podrían ayudar.
Ahora, en vez de estar en una caja y con un poco de felicidad, tenia un colchón azul pálido, con unas cuantas cobijas, vista a un bosque y una mesa llena de muchos sueros, los cuales me habían sido suministrados después del lavado de mi estomago para recuperarme un poco de la deshidratacion que habría adquirido después de eso.
Había llegado a primera hora de la mañana anterior. Me había traído mi hermano, quien venia agarrando con fuerza el volante y en ratos volteaba a verme, sin decir nada, con lagrimas en los ojos.
"The angels" no parecía real. Todavía no. Sabia de su existencia de este lugar, sabia de las personas que estaban aquí, pero aun no me había convertido en uno de ellas. Diciembre estaba llegando a su fin, yo tenia 18 años, y de lo único que estaba feliz, era que el ultimo año de la preparatoria proseguía a setecientos ochenta kilómetros de allí, sin mi. Y eso me hacia un poco feliz.
Trate de ya no pensar en ello, mientras esperaba a quien seria mi guía. Procure mantener mi mente en blanco y no pensar en absolutamente nada, porque si lo hacia la magnitud de lo que estaba viviendo me aplastaría, estaba segura. Así que me dedique a pensar en conchas, en sandias y en mi videojuego, el cual había sido confiscado en mi llegada.
Según el documento informativo en mi habitación "La persona encargada de guiarte durante tu estancia sera, Tessa Herondale a las 8:00 en punto, para desayunar contigo y acompañarte a tus clases." Por lo que solo me quedaba aguardar a la llegada de esa persona, mientras muchos alumnos pasaban por delante mio, todos vestidos con pants y pijamas divertidas, como si nos encontráramos en una pijamada gigantesca. No se que mas podría esperar de aquel lugar.
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TREAT PEOPLE WITH KINDNESS
Ficção AdolescenteDicen que después de la tormenta viene la calma, eso es una grandiosa estupidez.