Las manos le tiemblan de emoción al sujetar los mandos de la nave. En cuanto aterriza, se siente como en un sueño. Primero abraza a BB-8 emocionado, pero en seguida se le echan todos sus compañeros encima. Sus rebeldes. No sabe cuándo se le han llenado los ojos de lágrimas, pero cada vez que alguien le llama «general» y le abraza, unas palmadas, sonrisas, lágrimas, nota un pinchazo en el corazón que le atraviesa de parte a parte. No puede evitar ignorar sin querer a todos ellos, buscándole con la mirada. Sabe que está bien. Lando le rescato con el Halcón, pero aún no han aterrizado, y no puede evitar temblar como un niño cuando mira mas allá, entre abrazos y felicitaciones, y no le ve. Se aparta ligeramente, al oír a una nave aterrizar. Se le forma un nudo en la garganta al observar de refilón al Halcón, pero no le da tiempo ni a dar un paso en su dirección, temblando de emoción. Le abrazan con fuerza por detrás, casi tirándole al suelo. Cuando se da la vuelta, ya sabe lo que se va a encontrar, y aun así nota como el corazón le estalla como han hecho tantas de sus naves en la batalla. Sus ojos se encuentran, llenos de lágrimas que luchan por salir, pero la sonrisa de Finn es tan radiante que no puede evitar que le atraiga como un imán. No piensa en lo que hace, en que están delante de toda la flota, en si le rechazará o no, solo se lanza a atrapar sus labios con una desesperación que no había sentido nunca.
Finn gime un segundo contra sus labios, sorprendido, atrapado por cómo Poe sujeta su cabeza, y sus labios, y su cuerpo contra el suyo. Es solo un segundo, y el piloto se separa ligeramente, sonriéndole con tanta intensidad que el joven siente como si se derritiera. No le deja que diga nada, pues en cuanto entreabre los labios, es Finn esta vez quien le besa, atrapándole entre sus brazos con fuerza. Poe ríe, le besa de nuevo, le acaricia el pelo, y Finn solo puede pensar en cuanto deseaba esto, en cómo no se había dado cuenta antes de que Poe y él no podrían haber aguantado ni un segundo más sin besarse, sin abrazarse de esa forma en la que los dos parecían uno, sin quererse como si fuese la propia fuerza la que les unía de tal forma que jamás podrían volver a separarse.
Y comprende entonces, que no importa si llega un día en que la fuerza le abandone, porque siempre tendrá a Poe Dameron acompañándole hasta el fin de la galaxia.
