No lo comprendía. Su alfa interior aullaba de gusto, recordaba cada dulce nota del olor que aquel rubio omega emanaba. Olía bien, olía demasiado bien. Era consciente que había acudido a aquella fiesta con la esperanza de encontrarse con la dulce beta que había ocupado sus sueños, la doncella de los Sangster, la dama que le robaba el aliento, pero jamás había imaginado que su destinado se hallaría en ese mismo lugar, ni mucho menos, que podría conocerlo de aquella manera.
Labios rojos, cabello dorado, ojos chocolate. Thomas, Thomas, de todos los que podían llegar a estar ligados a su alfa interior, tenía que ser el hijo de la familia enemiga de sus padres.Dylan apretó los labios e ignoró al alfa que se hallaba a su lado hablando de manera atropellada, halándolo fuera de la fiesta. Debían irse cuanto antes, estaban casi seguros que uno de los Sangster había notado su presencia y que por supuesto, no eran para nada bienvenidos. Pero Dylan no planeaba irse de ahí, no cuando la hermosa imagen de su rubio omega continuaba acribillando inclemente sus pensamientos.
—Necesito verle —fue un murmuro con decisión, no fue una pregunta. Dylan anunciaba que se iría, y probablemente estaba demostrándolo al preciso instante que sus pasos regresaban al interior de la mansión, al barullo, a la gente.
—¿Vas a arriesgarte una vez más por la dulce Kaya? Oh, Dylan, estás jodido. Debes dejar de suspirar por ella. No te notará, no somos más que bastardos a los ojos de esta familia. Debemos irnos, no llegarás lejos. Olvídala, busca a otra dulce beta a o una bella omega. Redime tus deseos y ahógalos en las piernas de otra persona —Tyler le observó fijo durante unos segundos al tiempo que acomodaba el disfraz de capitán que portaba por aquel instante. Hoechlin no demoraría en llegar con el auto, tenían los minutos contados.
—No, no lo comprendes, no lo harías. No puedo, necesito verle —no, Dylan no hablaba de la dulce beta, Dylan continuaba pensando en su omega, su bello omega.
Sus pasos fueron precisos, veloces. Se alejó con premura del moreno, quien, ignorando las acciones de su primo, habría terminado por abandonar el lugar, sintiendo la culpa de dejar al menor de los O'Brien vagando solo en la cueva de los lobos británicos.
Dylan no reparó en ello, no cuando ya estaba siendo guiado por su alfa interior, por el dulce aroma que se esparcía con tenues notas en el aire a su alrededor. Thomas, todo ahí olía a él. Arrugó el puente de la nariz y olfateó un poco más. Caminó por los alrededores, hasta que sus pasos lo llevaron a una enorme pared recubierta con enredaderas. El aroma del rubio pululaba, tiraba, le llamaba. El dulce omega estaba preocupado, angustiado, Dylan lo sabía, el lazo tiraba, la sangre clamaba. Llevó sus manos hasta los troncos más firmes, escaló sin demora. Cuando descendió al otro lado de la enorme pared, pudo notar que se hallaba en uno de los jardines traseros de la enorme mansión de los Sangster. Dio otra olfateada y continuó dejándose guiar por su alfa interior.
Bastaron apenas unos minutos antes de poder ser capaz de notar los enormes ventanales que se alzaban no muy lejos de donde estaba. Las luces iluminaban el interior, las sombras atravesaban las cortinas de encaje y develaban el ajetreo que vivía la servidumbre dentro del enorme lugar.
Dylan ignoró aquello cuando sus mieles finalmente hallaron el preciso lugar del que manaba el aroma de su dulce omega. Se deslizó con premura por la hierba recién cortada, deteniéndose al segundo exacto en que el cristal del enorme ventanal se abrió, revelando la figura del rubio quien le había robado la razón apenas unos momentos atrás. El antifaz había desaparecido, y en su lugar, podía deleitarse con las suaves facciones que se pintaban en el rostro del bonito muchacho. Thomas estaba inquieto, olfateando, arrugando sus pequeñas cejas, haciendo un pequeño puchero que a Dylan logró arrancarle una escasa sonrisa. Bastó aquello para que los ojos del pequeño omega fueran a parar en su dirección, logrando que la expresión del rubio se tornara aterrada y confundida.
ESTÁS LEYENDO
It's you | Dylmas AU
FanfictionAlfas, betas, omegas. Thomas comprende perfectamente como funcionan las cosas en la sociedad, Thomas comprende perfectamente que su familia es de linaje alfa, todos han sido alfa, todos tendrían que ser alfas, todos excepto él. Genes recesivos o n...