La venganza de un omega.

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Robiee coloco sus piernas sobre su escritorio negro el tenia una agencia de publicidad.

Miro los retratos sobre su escritorio. En uno su mejor amigo y socio Kevin que pasaba como su esposa con su cabello rubio y en el otro sus dos hijos.

Robie tomo su cajetilla de cigarrillos saco uno y empezó a fumar.

Kevin o Melina, como todos le llamaban a su amigo, consiguió que la justicia le dejara usar el semen de su alfa destinado que había muerto hace mucho.

Los alfas siempre dejaban una reserva de semen si fallecían y sus omegas querían tener hijos. Era un requerimiento legal. No podían negarse. Esos hijos podían reclamar la fortuna de sus padres alfas.

Kevin le había insistido que el viera la manera de tener hijos claro que el maldito de Andy no estaba muerto.

Era el momento de vengarse. 


La venganza del omegaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora