Capítulo I

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Allí se encontraba él de pie en la sala de observación, mirando la espalda de su  jefe a través del espejo unidireccional. Estaba contento de estar solo, necesitaba estar solo, necesitaba ordenar sus pensamientos. El suelo debajo de él parecía moverse y necesitaba un cable a tierra. 

Rogers estaba interrogando a un sospechoso, duro e implacable. El tipo tembló cuando el capitán golpeo su puño sobre la mesa. Se podía ver como estaba a punto de romperse el delincuente. El presentimiento de Steve era correcto ... otra vez. "Eso es lo que necesitábamos". Ante este pensamiento, su jefe movió la cabeza hacia un lado para poder mirar en la dirección de Tony por el rabillo del ojo, como si supiera que estaba allí. 

Pero no podía ¿Verdad?. Por supuesto que podría. Era el Capitán Steve Rogers, un maldito ex-marine que lo sabia todo. El pelo castaño estaba seguro, casi temeroso de que podía escuchar sus pensamientos. Sus pensamientos muy embarazosos. 

El sospechoso reveló la verdad y confesó haber matado al mayor en un ataque de celos. Rogers se puso de pie y se giró para pararse frente al espejo mirando directamente a los ojos de Tony. Tony dejó escapar un gemido suave ante esto. La esquina de la boca de su jefe se torció en una media sonrisa. Otro escalofrío recorrió la columna de Tony. El mayor realmente podía sentir su presencia. Aprovechó la oportunidad para observar de cerca a el otro. El cabello rubio oscuro, corto, las arrugas alrededor de los ojos mientras sonreía, los penetrantes ojos azul hielo fijos en los suyos, la mandíbula afeitada, un poco apretada, las pequeñas arrugas en la frente causadas por innumerables experiencias durante su vida. Tony se perdió en la cara de Steve. Áspero y masculino.

El criminalista se preguntaba por qué este hombre lo atraía tan fácilmente. Primero pensó que era  su propio culto al héroe, pero en el último mes se dio cuenta de que había más. Mucho más. Al principio había negado la atracción física y la tensión sexual, pero ahora, después de meses, ya no podía. Se abrió paso a la superficie por su propia voluntad.

La mente de Tony estuvo divagando todos estos últimos días en mil formas de como Rogers se lo podría follar. Cada momento. Cada reacción en cadena que podría hacer que ese hombre lo tuviera contra la pared de algún lugar. Y en ese momento los volvía a tener latentes. 

Sacudió la cabeza fuera de sus pensamientos. Tenía los pantalones apretados y pensando en el lugar donde estaba, tuvo que calmarse y pronto. Para su alivio, Rogers seguía de pie al otro lado del espejo. Se permitió tener una última mirada arriba y abajo del cuerpo del mayor y luego se volvió para visualizar varias cosas muy desagradables para controlar su excitación.

Se las arregló para calmarse justo a tiempo para que Steve entrara en la habitación.

Stark ¿Porque estas aqui? —Preguntó Rogers. — ¿Tienes los informes del caso?

Tony parpadeó hacia su jefe, todavía un poco atrapado en su esfuerzo por calmarse. —Uh? No Jefe.— Se sacudió casi imperceptiblemente y comenzó a divagar con la sonrisa que la cubría con tanta frecuencia. —Solo pensé que podría aprender algo mirándote Rogers. Uh ... quiero decir, no ti,  pero tú estás haciendo el interrogatorio. Y ahora estaba a punto de ...—  Stark era un terrible mentiroso y Steve lo sabía. — Irme al laboratorio con Bruce encontró ADN desconocido en la escena así que tal vez nuestro cadáver tuvo otras visitas esa noche. 

Tony salió casi corriendo de la habitación. Al doblar una esquina cercana, se detuvo para apoyarse contra la pared y respirar profundamente. Esto estaba demasiado cerca de una situación realmente vergonzosa para su gusto. Si Rogers hubiera venido solo unos segundos antes, ahora estaría en un gran problema. El tenia que parar. Necesitaba sacarlo de su sistema. ¿Pero cómo? Si lo supiera, lo habría hecho hace mucho tiempo.

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⏰ Última actualización: Dec 27, 2019 ⏰

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