You're Toxic, Lolito. - rubelangel || one shot

Just One

Lolito lo restringía de todo, completamente. No lo dejaba salir, ni hablar con alguien que no sea él o por lo menos Alex, este venía a visitarlo lo más seguido posible. Antes iba todos los días, le compraba dulces en el pueblo y se los llevaba, hablaban hasta que llegaba Lolito, que inmediatamente sacaba a Alex y decía que lo engañaba con este. Lo único que ellos dos hacian era comer chucherías, hablar sobre chismes y descargar sus sentimientos entre ellos.

-¿Cuántas veces debo decirte que no te engaño con Alex? - Dijo un ya cansado Miguel, sentado en un sillón, mientras su pareja caminaba de una punta a otra.  - Además, ¿ Por qué ya no viene a verme? - Dijo a punto de llorar.

- Recuerda, mi niña. Esas visitas nunca fueron permitidas por mí. - Dijo dejando de caminar por los mismos lugares y acercándose peligrosamente hacia la cara de Miguel, este empezó a temblar, tenía miedo de lo que Lolito podría hacerle si no le hacia caso, varias veces había escuchado a gente llorar por las noches, bajaba al sótano y las encontraba encerradas en como jaulas, eran muchas personas, entonces subía de vuelta, agarraba el suficiente alimento para esas personas y bajaba a alimentarlos.  - Si No las quiero en casa, entonces no van a estar en casa ¿Entendido, Miguel?-

Hasta que un día, me harté. Bajé mientras Lolito ponía el código y metía a alguien más. Logré ver ese código que separaba a esas personas de la libertad, que sólo estaba a una puerta y unas malditas escaleras de distancia. En cuanto Lolito se dio la vuelta, me escondí detrás de unos hornos, él se iba, a por seguramente un polvo en el pueblo o con otro de los chicos.
Bajé, Saludé a esas personas que me acompañaban en ese secuestro sin fin y les dí lo que tanto merecían, lo que tanto anhelaban y me entregué lo que no tenía desde que habia conocido al pelirrojo. Mi Libertad y por lo tanto la Suya.

Empezaron a salir todos, liberé al caballo de Litzy, me subí encima de Tiro al Blanco y empezamos a salir de la casa silenciosamente, Miguel acompañaria a los aldeanos al pueblo, para asegurarse de que todos habían llegado sanos y salvos.

Le devolvió el caballo a Litzy, que por fin dejó de llorar y le regaló uno color marrón claro para que tenga transporte y no se le haga tan difícil. En el camino una canción que cantaba siempre Rubén, se le vino a la cabeza...

Baby, can't you see
I'm calling
A guy like you
Should wear a warning
It's dangerous
I'm fallin'

There's no escape
I can't wait
I need a hit
Baby, give me it
You're dangerous
I'm lovin' it

Too high
Can't come down
Losing my head
Spinning 'round and 'round
Do you feel me now

Taste of your lips
I'm on a ride
You're toxic I'm slipping under
With a taste of a poison paradise
I'm addicted to you
Don't you know that you're toxic
And I love what you do
Don't you know that you're toxic

It's getting late
To give you up
I took a sip
From my devil's cup
Slowly
It's taking over me

Too high
Can't come down
loosing my head
And it's all around
Spinning 'round and 'round

Paró en seco, se dio cuenta de que había llegado a casa de Alex, su único fiel amigo en el tiempo en el que había estado en esa casa del horror, en la que el era un esclavo, sexual y en otras palabras, ama de casa.

Tenía miedo de tocar esa puerta, de la cual seguramente dentro estaban los golems de su amigo y lobos, haciendo vigilancia mientras este dormía. No quiso molestarle, así que tuvo que acudir a su última opción, la que lo había invitado a vivir a ese hermoso pueblo, que era tranquilo hasta que llegó Lolito. Emprendió camino hacia aquella casa, que no quedaba tan lejos, al llegar cruzó el pequeño muro natural creado por el dueño de ese lugar, subió por los ascensores y tocó el portón de la muralla, que emitió una pequeña alerta y le dejó pasar, significando que su dueño estaba despierto.