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La lluvia de otoño no es algo que Mina Ashido disfrute, menos cuando estas en cama con un yeso porque "Recovery Girl" no estaba en la escuela ese fin de semana. Pero para ser justos, la futura heroína, Pinky, no tenía por qué andar surfeando con ácido en el techo de los dormitorios.

Ahora habría que esperar hasta el lunes para deshacerse de aquella molestia en su pierna.

Al menos fue divertido hacer que sus compañeros lo firmaran; antes de que los muy traidores de sus amigos, se fueran a su fin de semana libre y la dejaran sola. Claro que habría otras personas en el colegio, que por diferentes razones, no tenían permiso de salir en fin de semana; pero no le parecían de la clase que se pasarían por su dormitorio solo a saludar. Como el patán de Bakugo, que luego de haber tenido una pelea/entrenamiento brutal con Midoriya… bueno, esos dos idiotas habían olvidado que es ilegal pelearse en los terrenos de la escuela.

Pero ninguno de ellos era especialmente cercano a ella.

Ahora se encontraba sola, en su habitación, aburrida porque no había internet y el sistema eléctrico fallo por la lluvia. ¿Pero que esperaba de un edificio que se construyó en tres días?

Sin embargo, para su sorpresa, poco antes de que suicidara de aburrimiento apareció Midoriya, quien venía a darle los apuntes del viernes para que no se atrasara.

¡Tan dulce!

Oh vaya, también venía con comida.

¡Su héroe!

Y aunque no era de las personas que estudian, prefería mil veces que Midoriya le explicara todo aquello, a quedarse sola en las penumbras de su habitación.

Aunque su desesperado intento para no quedarse sola se salió de control, y lo que debió ser una explicación de media hora, se convirtió en cinco horas. Hasta el punto en que el amable futuro héroe de ojos verdes, trajo un pizarrón desde su habitación y le explico en seis horas, (porque sí, tuvieron que aumentar una) mejor de lo que el zombie de Aizawa le había explicado en dos semestres.

¿Quién diría que había tantas leyes relacionadas a las individualidades? ¿Y quién diría que una operación de física podía ayudarla a medir su fuerza?

La tarde se les pasó volando en aquella tutoría improvisada, y por alguna razón, Mina pensó que no le importaría estudiar hasta el punto de volverse una nerd, si Midoriya iba a ser su profesor.

Cuando se dieron cuenta ya estaba anocheciendo.

¡Pero Mina seguía sin querer quedarse sola! ¡No le gustaba! ¡Los truenos y relampagos la ponían ansiosa!

Como la luz había regresado hacia dos horas, la chica le propuso a Deku un descanso y propuso ver películas de miedo, y comer palomitas.

Algo más parecido a una tarde de chicas que a una pijamada.

Solo que Deku no era una chica, por muy cara de niña que tuviera.

Al inicio el joven no sabía si debía quedarse tanto tiempo en la habitación de la joven. Pero en realidad, no era una terrible compañía, además se habían pasado toda la tarde estudiando, no podía decir que había desperdiciado su tiempo.

¡El también merecía un buen descanso!

Así que un tazón de palomitas después y descubrir que sus gustos en cinematografía eran igual de extraños que los de Ashido, ambos jóvenes se echaron un maratón de al menos unas cincuenta películas de terror y ciencia ficción que duro toda la noche del sábado y todo el domingo. Ya para la mañana del lunes estaban exhaustos. Y se quedaron dormidos… en la cama de Mina.