•15•
Apoyo mi cabeza a la pared helada de la regadera, dejo que el agua recorra cada minúscula parte de mi cuerpo, provocando una reacción de satisfacción propia.
No dejo de pensar en la salida con Rebecca... a que por cierto se lo tuve que preguntar porque no me acordaba de su nombre. Yo no soy de las que sale con alguien solo por haber convivido un rato pero es que lo pensé mejor y no quiero estar encerrada aquí por siempre, pueda que sea mejor salir de aquí y tranquilizarme un rato y conocer más gente. A ahogarme en mi propia pena.
Salgo de la regadera y veo lo que había escogido para ponerme y creo que es bonito, talvez algo revelador pero bueno para la ocasión. Es un vestido negro, algo corto con mangas largas y tela de encaje brillosa a líneas.
Espero me vea presentable.
Salgo de mi cuarto... se que todo esto es rápido, que si fuera por mi todo se fuera a la mierda, incluyéndome, pero como no tengo elección de mi vida en particular tengo que aprovechar los momentos que se presentan, así como esté, solo tengo que mentalizar que esto un día se convertirá en recuerdos y risas, se convertirá en ese momento en el cual le contaras a tus hijos, nietos y a la familia en general.
—¿Lista cariño? —pregunta Rebecca toda ansiosa.
—Creo que si —digo con suficiencia.
—Te ves hermosa Sophia.
—Gracias... tu también te ves fantástica, enserio eres muy bella —digo sincera.
—¡Eres una ternura! —sonrió por su gesto —. Bueno pues, nos tenemos que ir.
Salimos por la entrada principal, acción que realize solo cuando vine por primera vez a este lugar, veo el auto y al primero que visualizo es a Alexandro esta esperando por nosotras en la entrada del auto.
—¡Hola Alexandro! —digo dándole un beso en la mejilla.
—¡Hola Sophia!.
Veo que sus ojos se deslumbran cuando visualiza a la mujer hermosa que está a mi lado, su rostro se torna inseguro y un poco roja —. ¡Hola señorita Rebecca!
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El Hijo del Jeque ✔
RomanceUna historia basada en ese amor que uno cree imposible, en ese amor el cual te hará cambiar tu forma de ser. ♤♡◇♧ Frío. Manipulador. Enojado. Pero con un corazón honesto. Esas son las cualidades perfectas del hombre que provocó en mí, lo que pensé t...