Genevieve Diermissen es la adolescente perfecta en toda la definición de la palabra y el que diga lo contrario probablemente sería tachado de ser un envidioso sin oficio, puesto que para toda la comunidad adulta y gran parte de la juvenil en Hallsta...
Genevieve Diermissen es la adolescente perfecta en toda la definición de la palabra y el que diga lo contrario probablemente sería tachado de ser un envidioso sin oficio, puesto que para toda la comunidad adulta y gran parte de la juvenil en Hallstatt. Eso es lo que ella es.
Una reina sin corona, con sonrisa encantadora, mirada determinada y retadora, muestra su valía desde que tus ojos se fijan en ella, pero todos alguna vez en nuestras vidas hemos llegado a pensar en lo que las personas hablan o piensan de ti, ¿No es así? Pues Genevieve no es la excepción, ella vive constantemente con ese pensamiento y afronta las secuelas que la puedan atormentar.
Sin embargo no todo lo malo resulta inútil, cuando estás rodeada de personas hipócritas que critican hasta tu forma de caminar, el bello arte de fingir se vuelve parte tu rutina diaria. Una gran ventaja si sabes aprovecharla bien a tu favor.
Cuando un joven apuesto llega junto a su familia al pueblo, todo gira en torno a su vida y siendo más específicos en todo el dinero que poseen.
Ella apenas se entera de la existencia de este chico en cuestión sólo puede preguntarse si él sería un ignorante con rostro bonito como la mayoría de sus conocidos o alguien con intelecto suficiente para ser considerado un igual.
Claro que si la segunda opción era la respuesta no dudaría en usarlo para su conveniencia.
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Espero de todo corazón que la historia les guste tanto como a mí, a pesar de que siempre ando haciéndole cambios. Perdón, no lo puedo evitar.
¡HOLA DE NUEVO LECTOR O LECTORA QUE ESTÁ RELEYENDO! De verdad aprecio mucho que estés volviendo a leer esta novela. Implica que te gusta bastante y que amas a mi protagonista tanto como la amo yo, y eso significa muchísimo para mí. Lo agradezco infinitamente.
