25 de Estrella del Alba, año 202 de la Cuarta Era.
Corin había llegado a Hibernalia, ciudad ubicada al extremo noreste de la provincia de Skyrim. Una ciudad que estaba en un estado bastante lamentable. Si no fuera porque en esa ciudad estaba el lugar que Corin tenía algo muy importante que buscar, él pensó que esa ciudad estaría completamente abandonada.
Luego de ir al célebre Colegio de Hibernalia a buscar información sobre un artefacto que no existe pero que siempre ha existido, el Pergamino Antiguo, Corin tuvo que viajar a esta ciudad y tratar de entrar en el colegio.
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Después de descubrir que en la batalla contra Alduin durante los eventos de la Guerra de los Dragones, los héroes nórdicos que lo enfrentaron utilizaron un grito para vencerlo y esto quedo grabado en el Muro de Alduin. Luego de eso, Corin se dirigió a ver a los maestros de la Voz, los Barbas Grises, para preguntarles sobre aquel grito.
Resulta que los maestros no podían enseñarle aunque también en parte no querían enseñárselo. No podían porque no lo conocían y no querían porque de esa manera impedirían que Corin siguiera el rumbo de aquellas personas que lo crearon. Así es, el grito que usaron contra Alduin, Desgarro de Dragones, fue el único grito creado por los mortales.
Los héroes nórdicos lo crearon volcando todo su resentimiento y odio a los dragones en ese grito. Los Barbas Grises no querían que ese grito pudiera afectar el alma de Corin, más cuando él es parte dragón. Pero tuvieron que ceder a ayudarlo porque vieron la determinación del Sangre de Dragón de querer vencer al Devorador de Mundos.
Entonces luego de una votación entre los Barbas Grises le permitieron que pueda ver a la única persona que podía ayudarlo, el maestro de los Barbas Grises, Paarthurnax. Luego de enseñarle un grito que despeje la densa niebla que cubre el camino hacia la cima, Corin ascendió para conocerlo.
El último grito que le enseñaron se llamaba Despejar Cielos, como su nombre lo indica, con el poder de su Voz, Corin podía cambiar un mal clima por un día o noche despejada y hermosa. Cuando finalmente llegó a la cima, Corin no encontró ningún rastro de alguna edificación como el monasterio de Alto Hrothgar, y eso era porque el maestro de los Barbas Grises no lo necesitaba.
Eso era porque el maestro de los Barbas Grises es un dragón. Al principio, Corin pensaba que el nombre de Paarthurnax solo se le daba a alguien quien alcanzaba el rango de líder. Pero ahora tenía sentido, quién mejor para enseñar sobre el lenguaje y la voz de los dragones que un dragón.
Al final cuando las presentaciones terminaron y una importante conversación se llevó a cabo entre los dos, hablaron sobre el tema principal. Lamentablemente, Paarthurnax tampoco conocía el Desgarro de Dragones, era de esperarse siendo un grito creado por los mortales y no los dragones.
También resultó que al final ni siquiera el Desgarro de Dragones fue suficiente, sino que al final usaron el poder de un Pergamino Antiguo para enviarlo al futuro.
