El secreto de Olivia.

Capítulo 6 "Mamá"

Esta vez tome la decisión de contarle a mamá el sueño. Fue tan real y tan extraño.
Baje las escaleras en busca de mi madre, estaba en la cocina poniéndose de acuerdo con Teresa, la cocinera sobre lo que harían para la cena de navidad.
-Mamá ¿puedo hablar contigo?
-Claro, cariño. ¿Qué ocurre?
Comencé a relatarle desde las sombras que veía en casa, hasta lo que ocurrió en la noche anterior. Solo pude notar sus nervios, es como si algo ocultara, lo único que logro decir fue: "Tranquila cariño, creo que estás muy estresada". No lo dijo en un tono tranquilizado, lo dijo un tanto preocupada. Esto también me inquieto y quería averiguar el porqué.

Esa noche cenamos y convivimos como "familia". Richard nos dio grandiosos regalos y muy costosos, a mi hermana y a mi nos regaló el último iPhone al igual que ropa, zapatos y a mi maquillaje, por otro lado, a Noah un iPad y unos cuantos juguetes. Cómo eso de las 2:30 am ya todos estaban en su cama listos para dormir, por otro lado yo no podía dormir, no podía parar de pensar en las expresiones de mamá. Baje por un vaso de agua y la vi, platicando con alguien <Deja de asechar a mi hija> dijo en modo de regaño mientras señalaba hacia una sombra. La observé por unos minutos <te dije que no la quiero en ese mundo de mierda> seguía peleando con aquella sombra. Solo podía pensar que mamá estaba comenzando a enloquecer. Entonces me acerqué un poco más a la sombra y se aclaró más. No era una sombra. Era el chico de mis sueños, aquella sombra que me acechaba en la casa.
-Mamá ¿qué ocurre?-dije y camine hacía enfrente para mirarla directo a los ojos, los cuales se abrieron al mirarme. No esperaba verme.
-¿Qué haces despierta?- dijo evadiendo mi pregunta y bajo la mirada
-¿Quien es él?-dije muy confundida y cuando volte para señalar al susodicho ya no estaba, desapareció. Mamá noto esto y suspiro.
-Nena estás dormida aun-dijo mientras me tomaba por los hombros y me dirigía hacía las escaleras.
-Mamá, estoy muy despierta- dije y me detuve al pie del pasillo de mi habitación-No quiero que me ocultes nada, de supone que tenemos una gran confianza. ¡No estoy loca!-grite y volvió a tomarme por los hombros, abrió la puerta de mi habitación y me dejo ahí adentro, sin contestación, sin alguna explicación.

No pude dormir en toda la noche pensando en lo que había ocurrido con mamá y aquel extraño en la cocina. Baje y vi a mamá en la cocina, obviamente me estaba evitando. Solo me dio los buenos días y salió corriendo com la excusa  de que tenía que ir al trabajo. Aún que era creíble porque ya estaba vestida con la ropa habitual para el trabajo pero aun así también era notorio el hecho de que evadía la conversación pendiente que teníamos.
-mamá, necesito saber lo que ocurre. Hablaremos cuando llegues del trabajo.-deje en tono suave y con desesperación al tiempo que me miro un tanto triste. Me dio un beso en la frente en forma de despedida  y se marchó. A pesar de vivir con un rico no quería vivir solo con dinero de él, ella quería producir y apoyarnos como siempre lo ha hecho.

Noah y Mia despertaron, desayunaron y se alistaron. La noche anterior nos habíamos puesto de acuerdo con Erick para salir al cine o a comer, lo que a mis hermanos les placiera. Ya en la plaza optamos por ir al cine. Fue una película  tan aburrida o quizá solo a mí se me hizo aburrida, no preste atención, no paraba de pensar en que mamá estaba ocultando algo realmente intenso. Todas aquellas expresiones me lo decían, ella tenía algo, sabía algo respecto aquella sobra, de la cual  estaba segura que no alucinaba, era real, yo lo vi, vi a mamá pelar con él. Al llegar a casa vi a mamá en la sala y me acerqué a ella y quería saber qué ocurría.
-Mamá necesitamos hablar. No estoy loca y lo sabes.-dije mientras me sentaba a lado de ella en el sillón. Me miró preocupada y entonces la tomé de las manos y la mire con suplica-necesito saber qué ocurre. Solo quiero la verdad.-mamá solo me miro con mucha empatía.
-Se que no estás loca, cariño. Pero no sé de lo que me estás hablando.-me respondió desviando la mirada. No podía verme mientras me mentía.-Creo que otra vez soñaste ¿quieres contármelo?
-No soñé, esto pasó. Pasó que mientras fui a la cocina por un vaso de agua tu hablaba con aquella sombra, en tono de regaño ¿quién es?
-Nena, yo nunca estuve en la cocina-me dijo a modo de consuelo y me veía como si realmente estuviese preocupada no por lo que significaban las palabras que decía si no por lo qué estaba diciendo, eso realmente sonaba loco, absurdo.
-Mamá no me mientas, por favor.-y sentí como una lágrima se me salió. Salí corriendo de ahí hacia mi recámara, me encerré y sentí una rabia tremenda. Estaba desesperada, decepcionada y me sentía traicionada. Era horrible el sentimiento de que mi propia madre pensara que estaba loca. Pero esto no iba a terminar aquí, yo no estaba loca y lo iba a demostrar cómo diera lugar. Mamá oculta algo, algo tan turbio que quiere cubrir haciéndome creer que estoy loca y voy a descubrir que es. No soñé, los sueños no son tan reales como esto.