Único

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Jaehyun ama a Taeyong, pero Taeyong lo ama mucho más.

El más bajito se encontraba sentado en el regazo de su novio, frente a frente, recibiendo los dulces besos de Jaehyun.

Porque Jaehyun era simplemente tan dulce y Taeyong iba a sufrir diabetes uno de esos días, pero valdría la pena, porque es Jaehyun y es todo lo que él desea.

Jaehyun por su parte, seguía besando y succionando suavemente los labios de su pequeño bebé, Taeyong era tan delicado y tierno y su instinto lo llevaba a tratarlo como si de un diamante se tratara, así de especial era Taeyong, un diamante que Jaehyun debía proteger a toda costa porque si se rompía su corazón sufriría de igual forma, y ninguno de los dos quería aquello.

Y en eso se basaba su relación, en un feliz y amorosa burbuja donde solo ellos importaban. Ese tipo de relación que la gente suele cuchichear sobre que son la pareja perfecta, incluso envidiando los porque se veían tan felices y según cualquiera eso era difícil de conseguir en estos tiempos.

Aunque eso era lo que la gente pensaba.

Taeyong jadeo cuando Jaehyun comenzó a juguetear con su lengua mientras que sus dedos firmes apretaban su cintura, incitándolo a mecerse más sobre su pelvis y Taeyong obviamente accedió.

Jaehyun clavo su vista en los ojos de Taeyong, lo amaba, y él lo sabia, a veces no necesitaban de las palabras, pero Taeyong era necio.

— Dime que me amas — pidió Taeyong en un susurro.

— Te amo — una de las primeras veces en las que Jaehyun acato sus ordenes, por mas sencillas que fueran, Jaehyun siempre complacía a su querido novio, y Taeyong amaba tener el control.

— Besame hasta saciarme de tus dulces labios, hazlo Jaehyun — pidió de nuevo. Jaehyun no dijo más nada y estampo sus labios contra los de Taeyong en un necesitado beso.

Taeyong lo besaría hasta saciarse, lo tomaría de todas las formas hasta saciarse, solo quería saciarse de Jaehyun hasta perder el control. Porque su cuerpo y alma pertenecían a él, y Jaehyun le pertenecía de igual forma.

A Jaehyun le parecía tierno incluso cuando en el sexo Taeyong era demandante con él, porque, siendo sincero todo Taeyong le parecía perfecto, era simplemente un ángel y no había nada que odiara de él.

[...]

— Bebé, ya llegue — Jaehyun se adentro a la casa.

Eran las 9:30 de la noche y Jaehyun llegaba del trabajo.

Ambos vivían juntos a los meses de formalizar como pareja.

Echo un vistazo a la casa y no había rastros de Taeyong, así que fue a la habitación que ambos compartían y su corazón se estrujó al verlo hecho bolita en la cama, mientras sollozaba con su cuerpo todo tapado con la sabana.

Taeyong se sobresalto cuando Jaehyun poso su mano en su cintura, se descubrió de las sabanas y sonrió felizmente al ver a Jaehyun, sin mas se abalanzo sobre él y rodeo su cuello con sus brazos, pego su pecho a él dejando descansar su cabeza en el hombro y Jaehyun aun podía sentir su corazón latir a mil por hora como la primera vez. Aún seguía sensible a Taeyong.

— ¿Estuviste llorando? bebé no llores más, no me gusta verte triste, incluso llegue antes porque no quería hacerte esperar mucho — Jaehyun frotaba su espalda tratando de calmarlo, Taeyong era simplemente sensible.

Love overdose | JaeyongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora