PAUSADA - Boruto Next Generations

Punto de partida

Entrada principal de Konoha. 

6:30 am

Después de muchos años, por fin me habían asignado una misión fuera de la aldea, era algo simple como escoltar a la nieta del Señor feudal a ver a sunovio, un shinobi de Kirigakure que le había salvado la vida y habían terminado comprometidos, no me importaba realmente, pero estaba emocionada de volver a la acción.

Solté una risa suave al ver a toda mi familia frente a mí, despidiéndome como si no fuéramos a volver a vernos. Itachi había prometido venir a despedirme, pero mis hijos eran necios y se negaron a dormir solo para acompañarme y aquí estaban, Daisuke estaba demostrando gran habilidad para dormir de pie, Indra estaba, con trabajo, recargada en su padre y Shouta había caído en brazos de su padre, pero conservaba un ojo abierto. Naruto y Shikamaru también estaban aquí, pero estaban más acostumbrados a desvelarse que mis hijos, así que estaban en mejor estado.

-Bien, entonces... Buena suerte -sonrió mi hermano- Es una misión simple, solo llévala y vuelve, se quedará en Kirigakure una temporada antes de su boda, ¿de acuerdo?

-Es fácil, puedo hacerlo -sonreí- Aunque sigo din entender porque no puedo usar el Hiraishin no jutsu, así llevarla sería cosa de segundos

-Sí bueno, ella pidió que no usáramos jutsus cerca suyo, parece que tuvo una mala experiencia en el pasado... Algo sobre fuego en su cabeza o algo así -murmuró Naruto- De cualquier forma, mantente alerta, es una persona importante y podrían atacarte

-Estaré bien -miré a la mano derecha de mi hermano- Cuida a mi familia, ¿si? Confío en ti más que en cualquiera de ellos

-La revoltosa eres tú -soltó Itachi con burla- Anda, vete ya. Es tu primera misión en años y no deberías llegar tarde

Solté una carcajada mientras me alejaba con mi equipo rumbo al punto de encuentro, donde encontraríamos a la mocosa enamorada; entre mis subordinados encontré a Mirai Sarutobi, hija de Asuma y Kurenai. Según me había contado Shikamaru era una gran kunoichi que me admiraba y no tarde en corroborarlo cuando me miró por primera vez, fue vergonzoso.

Después de recoger a la niña, quien era más anticuada que el rostro de Hashirama en Konoha, había decidido que sería transportada en un palanquín pomposo que solo estaba logrando retrasarnos, pero eramos escolta y aunque quisiera mandarla a freír monas y llevarla con el Hiraishin, tenía una misión y debía cumplirla. No fue sino hasta el décimo descanso que tomamos que noté varias presencias muy por detrás nuestro, Mirai y el resto no parecían haberse dado cuenta lo cual era una mala señal, quien sea que fuera, tenía un alto nivel para pasar completamente desapercibido por los shinobi de alto rango que iban conmigo. Una parte de mí se emocionó de que hubiera peligro, podría pelear, pero la otra se sintió agotada solo de pensarlo; era madre, por amor a los cielos, no tenía energía para esto.

-Arriba, es hora de continuar

-¡¿Eeeehhhhh?! Pero... acabamos de detenernos -chillo la joven

-Escuche, su señoría, usted es solo un pasajero, suba a su palanquín y guarde silencio, ¿vale? -Mirai se acerco corriendo a mi en cuanto le di la señal- Alguien nos sigue, alerta a todos, pero sean discretos... Veamos que quieren y después atacamos

-¿Eh? Yo... no siento ninguna presencia

-Me lo temía... -suspiré- Prepárate para pelear, si algo pasa y te doy la señal, continua con los otros

-Pero...

-Eres una kunoichi, obedece las ordenes sin replicar

-No podemos dejarla atrás... Es nuestra capitana