【Unique】

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El músico quien siempre llevaba una caja de mandarinas en la cabeza cuando se encontraba desanimado estaba sentado en un rincón de su habitación sin parar de pensar en aquel otro músico de hebras anaranjadas. Y todo después de aquella escena provocada por la Musik de esa tal Tchaiko-chan. No podía ser que el efecto de esa Musik perdurara tanto tiempo, eso sólo significaba que ¡Él de verdad se había enamorado de Schubert! No, eso no podía ser cierto.

-Cho-chan –Liszt toco a la puerta preguntando por él sacándolo de sus confusos pensamientos, esto lo hizo ponerse aún más nervioso.

–Cho-chan, abre la puerta, no has salido de aquí en dos días –La dama rubia no dejaba de tocar a la puerta a pesar de saber que él jamás abrirá, y menos ahora que se encontraba en un estado de confusión.

De repente se escucha un sonido de una llave siendo usada para abrir la puerta. En ese momento Chopin entro en pánico.

-Lo siento mucho Cho-chan pero estaba preocupada así que le pedí a mi querida koneko-chan que me prestara la llave de tu habitación.

El músico seguía escondido en una esquina con la caja en su cabeza hasta que Liszt se acerco a él y se sentó a su lado.

-¿Qué pasa Cho-chan?

-Liszt ¿Recuerdas la vez en que Hasshie nos encerró en la mansión por la Musik de Tchaiko-chan?... Yo termine emparejado con Schubert –al decir esto pudo sentirse avergonzado y sonrojarse un poco.

Al ver esto Liszt no pudo controlar su emoción ante la reacción de Chopin y sacando su batuta exclamo –¡Ah, acaso esto es am...!

El músico de complexión delgada se adelanto a su reacción y antes de que pudiera terminar de decir aquella frase y activar su Musik tapo su boca.

-Liszt no hagas esto por favor, ni siquiera yo sé a cerca de mis propios sentimientos por todo esto –sentencio con una voz algo débil.

-Cho-chan, no te preocupes por esto. Yo te ayudare a descubrir y darte cuenta de lo que sientes. Las cosas que tengan que ver con el amor me las puedes dejar a mí –abrazando al otro dijo emocionada una vez más.

Chopin solo quería volver a la tranquilidad de sus juegos y el internet antes de que todo esto pasara.

...

Por otra parte Schuert se encontraba junto a su senpai intentando llamar su atención como era lo habitual, aunque él también se encontraba distraído y con más dificultades de lo normal para sobresalir ante él.

-¡Ah, Schu-kun quítate del camino! ¡Schu-kun! –Mozart se aproximaba a él con su patineta, pero Schubert no pudo escuchar ya que estaba demasiado ocupado divagando en sus pensamientos, los cuales últimamente eran únicamente sobre el músico de flequillo largo.

-¡AAAAHHHH! –gritaron ambos al mismo tiempo que se escucho un gran estruendo por el impacto y la caída de los dos.

-¡Mozart, fíjate por dónde vas! ¡Y quítate de encima!

-Lo siento Schu-kun, pero yo te grite para que te quitaras del camino.

-No me eches la culpa de tus imprudencias, músico irresponsable.

-Schu-kun, no seas tan malo conmigo, tú eres el que está demasiado pensando en no sé qué cosa o... en quien –Eso ultimo lo dijo con un tono pícaro y sugestivo para molestar un poco al otro y al parecer funcionó porque Schubert termino sonrojado.

-¿Qué estás diciendo, tonto Mozart? –Pregunto para después empujar lejos al pelirosado.

-Oh, parece que acerté –Dijo con su típica voz burlona.

『Le Plan』━ SchuChoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora