Los chicos del tercero año A B y C fueron de viaje, a unas cabañas en el bosque, además habían unas piscinas y muchos árboles. Chuuya, Dazai, Atsushi y Akutagawa se habían quedado en la misma habitación
Chuuya y Dazai se quedaron solos en la habitación, para tener un buen momento a solas como pareja
En cambio Atsushi y Akutagawa habían ido a la piscina junto a casi todos. Atsushi se encontró con un buen amigo suyo, Odasaku, así que se le acercó para hablarle, dejando solo a su novio. Akutagawa se sintió algo dolido, pero no dijo nada, se sumergió casi por completo y se acercó para escuchar de lo que hablaban, tenía una mirada asesina, odiaba a Odasaku
Atsushi se sentía algo incómodo, los celos de su novio se estaban saliendo de control
—¡¿Quieres parar con eso?!
Dijo alzando la voz haciendo que todos los presentes mirarán a Akutagawa
—Tus celos se están saliendo de control
—…………
—¿Te comió la lengua el gato ahora?
—…………
Akutagawa salió de la piscina, agarró su toalla y se fue a la cabaña que compartía. Al entrar se percató que Chuuya y Dazai ya no estaban, seguramente habían salido, suspiro aliviado y se fue al baño, se metió a la ducha y empezó a llorar en silencio, odiaba sentirse así, no es como si fuera celoso por gusto
—..¿Por qué siempre me humilla?
Se pregunto a si mismo intentando limpiarse las lágrimas que no paraban de salir
—..Me cansé
Se secó, se vistió y salió de la cabaña, no planeaba seguir sufriendo por algo así. Se fue a dar una vuelta por el bosque, llego a un arroyo y se sentó en una piedra
—..¿Akutagawa-kun?
—Ah, Higuchi, ¿Qué haces aquí?
—Quería alejarme de los demás un rato
La rubia estaba usando bikini ya que acababa de salir de la piscina. Se acercó al pelinegro y se sentó a su lado
—..Me estás mojando...
—¡Perdón!
Chillo asustada alejándose
—No importa..si eres tú no me importa
Higuchi no podía parar de mirarlo, era tan guapo, ese cabello sedoso, piel suave y blanca, esos clavículas que se notaban tanto demostrando su delgadez, esa altura, esos ojos..era simplemente perfecto
—Higuchi..esta noche habrá una fogata, donde todos cantarán, comerán y contarán historias de terror..¿Quieres sentarte a mí lado?
—¡¿De verdad?!
—Si
—¡Me encantaría!
Chillo alegre la rubia abrazándolo, Akutagawa no era mucho de contacto físico, como los abrazos o caricias, pero está vez lo dejo pasar
—Eres muy calentito
—¿De verdad?
—Si
—Me alegra
Susurró tomándole las manos, Higuchi ya estaba en las nubes
—Se está oscureciendo, lo mejor sería volver
—¿Por qué?
Susurró haciendo un puchero adorable ante los ojos de Akutagawa, los pucheros de Higuchi le recordaban a su hermana menor cuando se enojaba porque Akutagawa le quitaba siempre el tocino del desayuno