Entre en un Shock cerebral. Entre a la habitación de pasmo tomando comodidad en la cama del arrepentimiento, cuando su brillante sonrisa perversa se apodero de sus labios. De pronto todo me pareció una hábil trampa, en la que caí redonda a sus pies.
—¿Q-que cosa? —dije casi en un aliento de perplejidad.
En modo de defensa quise apartarme de él, pero obviamente JungKook no me lo permitió. Me cogió de los brazos arrastrándolos con los suyos a centímetros de mi cabeza, en cada costado de ella. Me sentía en las cincuentas mentiras de Jeon JungKook.
A pesar de que mi subida temperatura a causa de su beso y movimientos fue altamente elevada, descendió como piña siendo lanzada de un decimo piso, que queda horrendamente destrozada.
—¿Por qué debo seguir ocultándolo?
JungKook chasqueo la lengua. Por mi parte, de seguro tenía una expresión de horror.
—¿Puedes hablar antes de que ataque tu entrepiernas? —amenacé.
Una sonrisa maquiavélica se embozo en sus labios.
—Sé que las referencias en cuanto a mi apellido en el instituto no son precisamente favorable, y eso me ha causado cantidades de problemas. Pero te puedo asegurar que he tratado de limpiar mi imagen... —soltó con rapidez. Parpadee en el limbo. No entendía porque a este tiempo procura remediar las etiquetas colgadas en su apellido. Al detallarme con serenidad dejo escapar una sonrisa burlona dejando a relucir su autentica dentadura de conejo. Quise matarlo, me está jodiendo—.Para ser te franco, me estado muriendo de las ganas por estar a solas contigo un par de horas enteras. Fuera de los rumores pasajeros, lejos de las apuestas, de terceros inoportunos... Solos tú y yo, y ese sentimiento extraño... entre nosotros.
Abrí con pasmo y confusión mi boca. Estaba trasladando la información a mi cerebro y allí pueda ser procesada. Aproveché que aflojo uno de mis agarres, le di un golpe en el brazo.
—¡¿Por qué carajo juegas conmigo?!
JungKook emitió una carcajada de esas escandalosas y contagiosas. Se había cenado un Elmo.
—¿Qué? —preguntó y su risa disminuyó hasta quedar en una sonrisa atractiva. Se bajó de encima de mi cuerpo y se acurruco a un lado, boca arriba—. ¿Qué pensaste que diría?
—Por un segundo pensé que saldrías del closet —mentí tan natural que hasta me lo creí.
JungKook se carcajeo de vuelta.
—Créeme que eso sería lo último que haría —se levanto del colchón y sacudió su cabello alborotando por completo cada mechón. Se aproximo a la puerta abriéndola. Le seguí con la mirada incrédula—. Que descanses, White.
Salió cerrando la puerta detrás de él, dejándome acalorada y con un mar de confusiones. ¿Se me declara y se va? ¿Qué clase broma es está?
Solté un fuerte suspiro llenó de euforia.
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SÉ QUIÉN FUE |Gemelos| JungKook
Fiksi PenggemarDos caras completamente idénticas, ideales totalmente distintas. Las mismísimos obras de Satanás, con cuerpos envidiables casi exagerados como su capacidad de nivel superior en el Instituto, llegando a un punto de ser ídolos de muchos y rivales de o...