Capítulo 4

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Estás segura me pregunto la castaña, por mí no hay problema que te quedes descansando un poco más, -aun te ves muy pálida- su presencia me intimidaba y al mismo tiempo su mirada trasmitía deseo y me hacía sentir desnuda.

-Trague en seco y lo único que pude articular fue un simple balbuceo -si podemos continuar con la reunión- Judith aplaudió y le dijo -Dani no te demores- no te preocupes la señorita Garzón y yo ya los alcanzamos hazlos seguir a todos en la sala como tú digas.

-Mi jefa puso cara de fastidio al ver que ella y yo quedamos de nuevo solas en mi oficina, ella me hablo sacándome de mis pensamientos, -señorita Garzón- recordándolo bien no nos hemos presentado pero esta vez su cara tenía una expresión demasiado seria. Me asuste al verla en esa actitud ella estiro su mano es un gusto para mi conocerla me llamo -Daniela Calle.

-En ese momento sentí que me iba a dar otro ataque de ansiedad logre controlar mis respiraciones que iban en aumento estire mi mano para estrecharla con la de ella, con voz temblorosa y regalándole una sonrisa, le dije soy -María José Garzón- o me puedes decir poché "que estúpida me sentí al decir eso."

-Ella al notar el temblor en mi cuerpo soltó una carcajada fuerte, hable en voz baja (no sé qué le parece tan gracioso ni que yo fuera un payaso), pero ella me miraba con una sonrisa en su rostro sonrisa que me estaba encantando me halo hacia ella pegándome a su cuerpo y embriagando mis fosas nasales con la fragancia de su perfume, ella y susurro en mi oído sentí su aliento fresco con olor a menta.

-No sé por qué tiemblas si yo no muerdo lamió el lóbulo de mi oreja haciéndome gemir y se separó de mi guiñándome un ojo, dio media vuelta y antes de llegar a la puerta me dijo señorita Garzón no te demores te estaré esperando y salió dejándome con mil sensaciones en mi cuerpo y sin poder reaccionar.

-Como pude retome el control de mi ser tratando de procesar lo que acababa de ocurrir instantes atrás, solté un suspiro me acerque al baño me tome un vaso con agua ya que estaba prendida en llamas, acomode mi traje a la perfección y retoque rápidamente mi maquillaje.

-Salí de mi oficina y me dirigí a la sala de juntas Judith me hizo señas para que me sentara al lado de ella y como si me hubiera ganado la lotería me toco al frente de Daniela que no dejaba de mirarme con cara de deseo,al principio de la reunión me sentí muy incómoda por la situación pero al pasar las horas le seguí su juego y al final la reunión fue todo un éxito.

-Iba salir a toda prisa de la sala de juntas cuando me detuvo un brazo voltee a mirar y era mi jefa -María José- saldré almorzar con -Dani- pensé para mis adentros y a mí que me importa que se vayan las dos o porque me tiene que restregar eso en la cara – además se nota que se tienen mucha confianza, -le sonreí falsamente-, así que en la tarde no regresare a la oficina en ese instante llego Daniela a su lado y mi jefa la tomo de gancho. Sentí que me hervía la sangre y empecé a sentir celos por la escena que estaba presenciando y Daniela simplemente le sonreía se acercó y le dijo al oído vamos -Judith- mi jefa parecía una gata en celo aunque debo de admitir que así mantenía las 24 horas del día, yo simplemente les di la espalda y salí de aquel lugar sintiéndome como una estúpida al pensar que entre -calle- o mejor dicho -Daniela- y yo tal vez podría pasar algo, eso siempre me pasa por convencida (me reproche a mi misma) se nota que a todas les coquetea y se las liga cada vez que quiere. Pero conmigo no va poder dije firmemente.

BLANCO Y NEGRO - CACHÉDonde viven las historias. Descúbrelo ahora