JoelLas fiestas de fin de año, siempre las paso a solas.
No tengo a ninguna pareja por el momento, mi familia está en México y yo en California.
Mi único amigo aquí es Richard.
Qué más puedo pedir, los regalos ya no son importantes si lo haces de corazón, porque ahora eso no vale.
Con tan de tener regalo en navidad cualquiera se confirma o eso pienso yo.
Cambio de canal cuando empieza a sonar una canción navideña, no hay algún entretenimiento que ver.
Son las seis de la mañana exactamente.
El timbre suena y me encaminó a la puerta sin preocuparme en vestirme mejor.
Un shorts y sin polera estuve desde ayer, entonces no importa.
Abro la cerradura y de pronto en mi vista está Richard con una gran sonrisa con un cachorro en sus manos.
—¿Qué quieres? —pregunto cuando solo me empuja y entra con confianza.
—Solo vine a visitarte en navidad ¿Acaso no puedo? —responde no dejando su sonrisa de lado— loco es navidad disfruta, es un día de paz y de amor cómo lo dicen.
—Lo sé, solo que para mí no ¿Quieres algo de tomar? —levanto la cerveza a su lado y solo me mira con asco.
—No gracias —acaricia al pequeño animal— mira te traje a Erick.
—¿Dónde te lo robaste?
—No me lo robé idiota, estaba en adopción y mira tiene ojos verdes.
Lo miro fijamente y es verdad, los tiene, es muy lindo y chiquito.
—Es bonito —digo acariciando una patita suya.
En unos segundos me lo da en brazos haciendo que automáticamente deje la bebida en la mesita de allí.
Por una extraña razón se apega a mí rápidamente.
—Me voy a sentar con permiso —se hace a un lado en el sofá— lo adopte para tí.
Dejo de hacerle cariñitos al cachorro y lo miro directamente con la boca abierta.
—No pongas esa cara, das miedo.
—¿De verdad es para mí?
—Sí, todo tuyo le podés hacer lo que quieras.
Sonrió ligeramente y lo abrazo con cuidado de no lastimar a "Erick".
—Voy a ir a comprar algo al supermercado y me voy a tardar a propósito para que se hagan amigos —dice llendo a la puerta y sale de ella con rapidez.
Río y miro a mi nueva mascota.
—Esperame aquí me voy a tomar una ducha ¿Vale? Vale —lo intento dejar en el sofá y tardo un poco por qué quiere estar apegado a mi cuerpo.
Cuando lo logró voy rápidamente a mi habitación
Estoy emocionado porque desde niño quería uno, al diablo sobre lo que dije de la navidad y sus regalos.
Por qué este es el mejor de todos.
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