| Dark Inside Me

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Olas profundas, manchándose con carmín. El borde del acantilado está cerca... Al igual que el final de todo esto.

Puedo sentirlo. Puedo recordar cómo empezó.

- ¡Pero Rubius, como que no te quieres casar con ella! ¿Estas loco? ¡Es el día de tu boda!

La arena pesa sobre mis pies, arde mientras se mancha con mi sangre. Y la de alguien más. Alguien a quien no debí escoger.

-Lo siento, Alex. No puedo casarme con ella. -Expliqué, mirando de reojo a mi padrino de bodas, quien me miraba nervioso e inexplicablemente serio. En ese momento pensé que era por el revuelo de que la novia ya estuviese sobre el altar y yo no. Hubiera deseado notarlo, en lugar de estar tan emocionado por confesar: -Me enamoré de él.

Luego de eso comenzaron los disparos.

Pero esto pasa por mis errores, por mi desfachatez. Por no haber sabido cual era la vida que quería para mí.

Es extraño. Pienso de nuevo en ello.

Tener todo y de pronto...

Nada en absoluto.

El traje ha dejado de ser tan blanco, aunque el color de la rosa sigue siendo igual de profundo que cuando papá la colocó sobre mí esta mañana. La garganta se me cierra con premura sobre la grieta goteante de mi nuez de adán, así que dejo de sostener la herida con la mano, sin evitar pensar en el dolor que tendrá mi pobre padre.

Al tener que lidiar con un funeral.

El mismo día que su propio hijo negó la esposa que escogieron para él, y luego fue secuestrado por ello.

Por la persona de la que roídamente se enamoró.

O mejor dicho...

El hombre.

- ¡Rubius! ¡No! ¡Sostén la hemorragia!

Pero yo no quiero oírlo.

Quizá porque todavía llevo un cañón apuntado sobre la cabeza.

- ¡Cállate Miguel Ángel! -Le gritan, pero lo único en lo que yo pienso, es que al menos ya conozco su nombre real.

- ¿Quieres parar de una puta vez, Willy? -Pide él, mi dulce amor. Su voz suena tan distinta a la tranquilidad y poca hostilidad con la que me hablaba todos los días. Cuando se encargó de que me enamorará de él. - ¡No tenemos que hacer esto, el jefe está muerto!

- ¡PRECISAMENTE POR ESO! -Le gruñé el idiota sosteniendo el arma sobre mí. Apretándola sobre mi cabeza, abriendo más heridas sobre la suave piel. Pronto entiendo porque tanta rabia de su parte hacia mí. - ¡PORQUE LO MATASTE POR ESTE INEPTO!

Con que era eso.

El Mangel que conocía resopla, sujetándose los mechones rebeldes detrás de las orejas. Como siempre hacía cuando necesitaba pensar. Al menos así lo conocí yo.

Que duro es conocer las mañas de alguien que ya no sabes si conoces. Te hace pensar cuánto fue mentira de lo que te dijo. ¿Aquellos ojos que me miraron con dulzura cuando caí en el lago también fue mentira? ¿Cuándo me rescato y se mojo aquellos pantalones caros de cachemira, y aun así me dijo que no importaba?

Quisiera arrancarme los buenos momentos del alma.

-Samuel no estaría feliz de esto.

El agarre del arma titubea sobre mi cabeza.

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⏰ Last updated: Dec 07, 2020 ⏰

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Meet Me In The Hallway | RubelangelWhere stories live. Discover now