Ch2 - "Sensaciones en el culo"

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H-A-R-R-Y

—Odio el insti, ti, ti, ti— canto cuando salimos de clases.

—Al final me vas a pegar la melodía de la Rihanna esa— dice Jeremy golpeando mi brazo.

—No es "Rihanna esa"no— niego rápidamente haciendo comillas— es RIHANNA— levanto las manos como si el nombre saliera de ellas.

—Ya sé mi regalo de cumpleños para ti— asiente en mi dirección.

—¡¿Una entrada para el concierto de Rihanna?!— grito agarrando su brazo y dando saltos.

—Eh...no— niega—Algo mejor.

—¡¿UN MET AND GREAT CON RIHANNA?!— grito más emocionado.

—No, mucho mejor—niega otra vez—. Algo que llevaras todos los días contigo.

—¡¿SÚ NÚMERO DE TELÉFONO?!—grito emocionado.

—Mejor, mucho mejor— dice mientras empieza ha andar.

Me quedo pensando. ¿Un disco? ¿Un autógrafo de Rihanna? ¿El tatuaje de la firma de Rihanna? ¿Una cita con Rihanna? Eso lo llevaría siempre conmigo, en mi corazoncito.

–Andaa...—digo alargando la "a"—Dime que es.

—Un llavero— sonríe.

—¿Eh?— frunzo el ceño y paro de andar.

—Un llavero de Rihanna, siempre lo llevarás contigo— dice contento. Como si no hubiera destrozado mis sentimientos ahora.

¿Escucharon eso? ¿Lo escucharon? Son mis sueños, mi vida, mi alma rompiéndose.

—Te odio, puto— digo cruzandome de brazos.

Parece mi hermana pequeña cuando me jode cualquier cosa que tenga o este haciendo en cualquier momento del día.

—Mira, ahí viene tu damisela— dice Jeremy riendo.

Levanto la mirada y de frente veo a Chloe Delio. La chica de la cual hablabamos hace un rato. Lleva sus malditas faldas a cuadros que cubren sus rodillas, sus camisetas de lanas con estampados raros y esas gafas que siempre me van a dar repelus. Nadie la mira por el pasillo, y si la miran es para burlarse. Ella va con la cabeza en un libro, mientras con la axila agarra unos cuantos más.

—Venga, ve fiera— me da un empujón.

—¿Qué? ¿Ahora?— pregunto nervioso.

—Sí, ahora— dice moviendo las manos para que me acerque a ella.

—Mierda, tío en público no—digo mirando alrededor.

—No tiene nada de malo—se encoje de hombros.

—Sí la tiene, mierda, puede irse a la mierda mi reputación— digo.

—¿Cuál? ¿La de ser virgen?—dice riéndose, pero yo no le encuentro la gracia.

—Te recuerdo, majo, que hasta hace unos días tú eras llamado gay y virgen— digo con una sonrisa burlona—, y la parte de virgen era verdad.

Harry, Soy LesbianaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora