💚~POV Tweek~💚
La época más intensa en la vida de cualquier persona muchas veces suele ser la adolescencia...
Una época la cual define quién eres, donde ganas nuevos amigos y también enemigos, claro que para el final del día solo sean pequeñas discusiones tontas que solías tener con alguien de tu mismo nivel de inmadurez y que hoy en día solo te burlas de lo tonto que era seguir esas peleas sin sentido. Un estilo de vida completamente nuevo y cansado, pero tan inolvidable, los recuerdos guardados en toda aquella época pueden quedarse muy marcados en tu corazón, que al recordarlos puedes sentir como este se llena de una gran nostalgia y felicidad.
Muchos pasamos la adolescencia de maneras muy diferentes. Lo que para algunos fue una época de alcohol, fiestas, parejas al azar y corazones rotos. Pará otros fue una época tranquila, sin salir y estudiar mucho para al fin obtener ese puntaje tan perfecto y ver esa buena carta de aceptación a una universidad tan soñada y entre otras más variadas.
En mi caso fue una época tranquila, una época donde el único estrés eran los exámenes, las clases y tareas por doquier. Los días de estrés con muchas tareas y que para mejorar tu día a algún profesor se le metía mierda en la cabeza y dejaba tareas como si él fuera el único profesor en el instituto. Admitía que también tenía profesores con los que me llevaba muy bien, pero así como tenía los que me agradaban, también estaban los que me desagradaban y era ciertamente divertido, ahora a mis 26 años de edad, me di cuenta de que tenían tanta razón en aquel entonces, pero solo era un mocoso el cual le faltaba probar una cucharada o alguna pequeña vista de como era realmente la universidad. Se los agradezco hoy en día.
No solía ser muy atractivo a esa edad, si me comparaba con los demás de mi clase solía ser el más pequeño, el más delgado, el más tímido y torpe. Pero no tan tonto, mis notas solían ser perfectas, deseaba tener notas perfectas y al fin conseguir mi universidad soñada, mi trabajo también. Adoraba todo lo que tenia que ver con libros y poesía, quería llegar a convertirme en profesor. Tenía el don de ayudar y explicar a la perfección, solía ser ese estudiante al cual llamaban siempre que explicaban un tema nuevo y a algunos no les quedaba tan claro, por lo tanto acudían a mí, no era tan molesto ayudar a otros, de hecho me gustaba.
Después llegamos a la parte de mis compañeros de instituto, esos con los cuales sales y pasas momentos geniales, esas personas las cuales hacen que tus días en el instituto pasen rápido y sean más divertidos, con los cuales podías hacer salidas "Amigos" en mi caso nunca tuve, solo eran compañeros con los cuales solo intercambiaba palabras para proyectos y trabajos, de lo contrario ni siquiera les hubiera hablado, no era bueno hablando con los demás y aunque fuera así, ni siquiera hubiera podido sacar algún tema de conversación, es incómodo de hecho. Esos momentos vacíos y silenciosos que nacen cuando ninguno de los dos sabe que decir. Por eso no me tomo la molestia de hablar con otras personas, solo hablo cuando me hablan y en ocasiones por giros de la vida puedo llegar a conectar bien, pero casi nunca pasa. Claro que no negaré el hecho de que si tengo pocos conocidos con quienes contar...
No me tomaré la molestia de hablar sobre la terrible enfermedad la cual ataca a la mayoría de adolescentes, ese veneno en el cual te ahogas y una montaña rusa de emociones se crea en tú interior, ese veneno el cuál te mata tan lentamente y sus efectos sean tan dulces y placenteros, pero sólo es veneno disfrazado con azúcar, supongo que eso hace disimular lo amargo que llega a ser al final, como algún dulce o incluso el café... No tengo nada contra el amor, de hecho mis sentimientos nunca han sido dedicados a chicas, siempre han sido a chicos, pero obviamente pensaba que no sería bueno sacar a la luz ese tipo de sentimientos y los dejaba cerrados con llave en lo más profundo de mi ser. Además, nadie llegaba a sobresaltar tanto y tampoco presté tanta atención... No después de algunos años... Seguí también ese típico decir de mi madre.
"Primero tus metas y después lo más superficial"
Fue lo que hice durante todos mis estudios, hasta que al fin tuve todo lo que quería, mi trabajo como profesor de español, un apartamento y por suerte mi trabajo no queda tan lejos, pero aún teniendo todo falta algo
Mi primer día de trabajo... Hubiese sido algo totalmente normal, muerto de nervios claro, estudiantes y además adolescentes, no sabía cómo me recibirían... Aquí es donde llego a la parte de cómo mis días cambiaron por completo, cómo se tornaron más diferentes, aquella soledad se cambiaba a un miedo y riesgo, pero tan satisfactorio. Admitía que para en ese entonces estaba jugando con fuego, todos tenemos algún secreto guardado, secreto el cuál no sólo tú conoces, si no que alguien más pertenece a éste, alguien más juega y toca límites prohibidos, no hay que negar el hecho de que todo en este mundo tiene reglas. Límites, zonas las cuales no debes pizar y rayas las cuales no puedes cruzar. De esos secretos los cuales si salen a la luz llegaría a formar una polémica muy grande... Poner en riesgo tantas cosas, dirán ¿Y a qué costo?... Es lo que me pregunto yo, "¿Por qué?" La mente humana suele ser débil a ciertas cosas y lo sé, soy culpable.
"Las reglas se crearon para romperlas"
Palabras las cuales ya había escuchado en infinidades de libros e incluso películas, nunca le encontré el sentido... Hasta ahora...
Quién imaginaría que hasta el más cuerdo y políticamente correcto puede llegar a guardar también secretos nada correctos.
Talvez ya perdí la cabeza... Pero cómo no perderla por esa persona... Alguien tan diferente al resto... Un chico... Alguien más menor que yo. Alguien tan inmaduro, pero a la vez con un buen sentido de manipulación y nada tonto... Que todo en él me atrape tan fácil. Negarme y cumplir con mis responsabilidades correctamente, seguir las reglas, no salirme del juego... Pero que cada vez que vea esos ojos, ese rostro sin expresión alguna, esa figura ciertamente amenazante y esa voz la cual hace que todos mis sentidos se apaguen con solo escucharlo decir mi nombre... Me haga salir tan fácil del juego o incluso ni siquiera salgo... Lo cambio a uno más sucio, un secreto... Irresponsabilidad por mi parte, siendo mayor y no pueda tratar esta situación me da una gran frustración, pero eso me pasa por dejarme llevar en ese juego tan sucio, en esas miradas tan penetrantes, esas manos las cuales saben recorrer perfectamente toda mi piel. Esos labios los cuales saben como hacerme olvidarme hasta de mi propio nombre, mi profesión, mi lugar y nuestra única relación, esa fragancia tan satisfactoria, esa personalidad tan diferente a todo lo que vi en aquella época... Esa persona la cual me hace viajar en el tiempo y recuperar aquellos años los cuales desperdicie tanto... Maldigo el día en el cuál me deje llevar por aquellos ojos... Por aquel nombre, por aquel secreto, por aquel camino tan prohibido... Un estudiante y un profesor, muchos dirán cosas diferentes si éste secreto llegaría a la luz.
"Estupideces" dirán algunos...
"Enfermo" la mayoría...
"Despedido y manchado de por vida en cualquier otro trabajo que quieras como superior" dira mi expediente.
"Cárcel"... no lo sé... Talvez ya estoy exagerando o talvez no...
"Decepción" mis padres.
"No lo volverás a ver más" mi corazón partido en dos
"Esto estaba roto desde el inicio" mi subconsciente.
"Te lo dije" mi cerebro.
"No quiero perderlo" mis sentimientos destrozados.
Después de todo¿Quién dijo que uno elige a quien amar? Y si es así culpare mil veces a mi corazón.... Aún sabiendo que al final del día fue mi culpa, mi responsabilidad, mis sentimientos... Mi secreto...
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~Secret~(❤️Creek❤️)
FanfictionSecretos, todos guardamos. Quién imaginaría que hasta el más cuerdo y políticamente correcto puede llegar a guardar también secretos nada correctos. Pero suelen ser más difíciles cuando éstos se comparten un amor a escondidas por ejemplo, sería muy...