—¡Imbécil! ¡Pon música! —Gritó Curt estando a medio metro de mi lado, justo en la misma cama.
—¡Imbécil, espera! Sino, ¿Quién lo termina de forjar? Este otro imbécil los enrolla como si fueran Cheetos. —Respondí, mientras apuntaba con la mirada hacia nuestro amigo, Charly, quien estaba dando los primeros indicios de un mal viaje, viendo directamente hacia el suelo acostado a la orilla de la cama.Entre mis amigos y yo, el uso de la palabra "imbécil" era común para referirse a otros de nuestro grupo, ya estaba normalizado, y no lo tomábamos como un insulto, por supuesto, dependiendo del contexto.
Esta era una tarde del mes de octubre, una tarde como cualquier otra para mis amigos y para mí. Los tres nos quedábamos en nuestro departamento muy seguido, para escuchar música mientras disfrutábamos un poco de nuestro manjar en forma de hojuelas verdes.—Aguanta, ya la pongo —dije antes de tomar el mouse y buscar nuestra playlist favorita para estos momentos. Era un álbum de Pink Floyd, el cual escuchábamos constantemente en nuestros pequeños viajes recurrentes.
—Ponla en el minuto 10:25 —dijo Curt—, ahí es donde se pone bueno.—Aguanta, aguanta, síguelo enrollando —pasé el cuaderno a Curt en donde tenía las migajas de hojas y el papel para enrollar.
Los tres éramos compañeros en la universidad, estudiábamos una carrera juntos, y compartíamos un pequeño departamento cerca de la universidad desde hacía unos meses. Pese al poco tiempo que tenía de conocerlos, nos llevábamos muy bien y disfrutábamos juntos un poco de hierba al salir de clases.
Hacía por lo menos unos siete meses desde la última vez que vi a mi madre, vivíamos en una casa localizada en un pequeño vecindario, muy tranquilo y cómodo con bonitos paisajes en cualquier estación del año. Cuando me inscribí a la universidad, no conocía nada de este lugar, renté en este departamento en donde sabía que compartiría sitio con otras dos personas, pero nunca imaginé qué tipo de personas serían, ni que daría la casualidad de que se conocían desde antes y que iban a estudiar en la misma carrera que yo. Los días pasaban como si nada estando junto a ellos, todo era risas, y no siempre debidas a estar bajo efectos del cannabis.
—Dale otro toque —escuché decir a Curt mientras sostenía una colilla entre sus dedos y mantenía el humo dentro de sí.
—Nah, ya déjalo, ya hay que bajonear —me refería a buscar algo de comida en la cocina, o preparar algo para comer, es requisito para nosotros comer algo mientras viajamos.
—Levanta a Charly, me dijo que trajo algo de comer para que bajonearamos —entre nosotros, Charly era quien preparaba la comida casi siempre, o a veces compraba algo para comer.
—¡Já, olvídalo! Este imbécil ya está más tieso que la pata de madera de la cama. Vamos a preparar algo nosotrosb—le dije a Curt. Charly estaba sufriendo lo que le llamamos "la pálida", un mal viaje en el que te pesa todo el cuerpo y sientes fatiga hasta para hablar.
—¡Charly! ¡Imbécil! —le gritó Curt mientras le movía con uno de sus pies—. Levántate, ya hay que bajonear ¡Charly!
—Eeh —mugió Charly con la almohada en la cara.
—Levántate, Charly, hay que bajonear —le dije tocando uno de sus hombros.
—Dame agua —escuché decir a Charly, entre la almohada.
—¿Qué? No te escuché —no había entendido lo que dijo, parecía como si estuviese hablando dormido.
—Agua —repitió, esta vez le escuchamos ambos.
— ¡Jaaa! ¿Tienes la seca, mijo? —le dijo Curt a Charly. La seca es una sensación horrible de deshidratación, común al haber fumado.
Le pasé la botella de agua a Charly, para que bebiera y se levantara de la cama. Siempre teníamos agua con nosotros para estos casos. Aunque era muy divertido probar algo de hierba, teníamos que estar con provisiones necesarias para nuestro viaje, para evitar malos ratos.Como era de costumbre, para nosotros, comíamos algo (o bajoneábamos) cuando íbamos por la mitad de nuestra reserva de hierba, posteriormente seguíamos fumando un rato más hasta dormirnos, o hasta que llegase algún otro amigo para hacer algo fuera, o jugar juegos de mesa.
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El último blunt
AventuraTres jóvenes universitarios se conocieron casualmente, al rentar en el mismo apartamento. El protagonista, Joseph, junto a sus compañeros de departamento Charly y Curt, disfrutan de fumar hierba por las tardes, saliendo de clases y de no hacer nada...