Poción de amor (Charlastor)

Noche agotadora

El llanto de un niño aparece en medio de una ciudad en donde Charlie descansaba en una heladería ¿De quién es el bebé que llora? Buscó entre la multitud y no veía ningún niño, por algún extraño motivo ese llanto le resultaba familiar; como el del bebé que tiene en el cuarto de Alastor en su hotel... habitación... bebé... ¡El niño humano que está cuidando está llorando!

--¡Ya desperté!--Exclama Charlie sentándose de golpe en la cama en que dormía, despertándose de su sueño.

Volteó su vista y vio al bebé a su lado llorando escandalosamente, Charlie entendió que necesitaba algo a si que lo tomó en brazos y trató de averiguar qué demonios necesitaba.

¿Cambio de panales? No, su pañal no está lleno y no huele a mierda ¿Comida...? Tal vez sea eso, ya que no para de llorar aunque ella trata de calmarlo con un juguete.

--Espera un poco pequeño, ya te daré de comer...--Dice Charlie a la vez que dejaba al niño en la cama y se levantaba para preparar la bendita leche.-- ¿Dónde está el biberón? ¿O el agua caliente? Oh rayos, no lo encuentro... Uhh ¿Que hago ahora?

--¿Pedirme ayuda tal vez?--Una voz de radio llama su atención y al voltear; ve a Alastor con el biberón con la leche lista.

--¿Cuándo lo...?

--Desperté hace 6 minutos por el llanto y como eres distraída supuse que pasaría esto.--Responde Alastor dándole el biberón.-- Pero no iba a despertarte, tenías que hacerlo sola y si no despertabas sería tu culpa que el niño muriese de hambre.

Charlie se estremeció, eso en verdad hubiese ocurrido y agradece por todos los infiernos que despertó de ese sueño en el que comía un rico helado de chocolate extra grande con crema.... que triste... no alcanzó aprobar bocado. Pero da igual en éstos momentos.

--Muy bien mi querida, es hora de darle de comer.--Dice Alastor mientras tomaba al bebé en brazos y se lo ofrecía a Charlie.-- Debo suponer que recuerdas cómo ¿Verdad?

--Claro que sí.--Responde Charlie decidida y toma al bebé en sus brazos y tal cual como Alastor le enseñó; le da de beber.-- Fíjate con qué ganas bebe, que lindo.

--Supongo que lo es.--Dice Alastor despreocupado, bueno; a él no le interesa esa bolita con patas llorona. Charlie no lo veía de esa forma, para ella es una bendición muy hermosa, le entristece que no esté con sus padres en la tierra.

Cuando sintió que el sueño la invadía, recordó que debe ser temprano... La cosa es ¿qué tan temprano?

--Al... ¿Qué hora es?

--Son las 2:46 am dulzura.--Respondió Alastor con simpleza, Charlie se asombró ¡Pensó que eran cerca de las 4:00! ¡Ni si quiera durmió tres horas desde que se acostó!-- Te dije que nos veríamos en dos horas.

--Oh por mi padre...--Dice Charlie.-- Bueno, al menos valdrá la pena.... Eh... Oh oh... Al...

--¿Qué pasa?

--Creo que acaba de cagarse en el pañal...--Dice Charlie con algo de desagrado al sentir un olor a mierda.-- Que horror...

--Cambia el pañal.--Dice Alastor.-- Ya te enseñé cómo, a si que demuéstrame que has aprendido algo.

Charlie lo miró algo preocupada ¿y si no lo logra o no lo hace bien?, pero al notar que Alastor confiaba en ella le dio el valor de hacer las cosas bien y con el positivismo que la caracteriza. A si que con más confianza, fue a cambiar el jodido pañal.

Luego de unos minutos logró cambiarle por completo el condenado pañal. ¿Fue difícil? Obviamente fue difícil, el niño no dejaba de moverse y de llorar, le hacía el trabajo más difícil a Charlie y se preguntaba por millonésima vez cómo los padres se las arreglan para cuidar de un bebé. ¡Incluso Alastor sabe cómo hacerlo! Ya estaba considerando seriamente en hacer un altar a todos los padres del mundo por ser unos jodidos maestros admirables en cuidados infantiles, incluso a su papá.