¿A quién le envío cartas de amor?

Parte uno de: ¿Amistades?

Camila se encontraba en su habitación escuchando sus canciones favoritas, estaba completamente distraída cantándolas ya que intentaba no pensar mucho en el día siguiente, el cual era su primer día de escuela en una escuela nueva. Ella en realidad quería encontrar personas con las cuales hablar, con las cuales poder crear un vínculo emocional. Se moría de ganas por pasar sus días con personas para reírse, hablar, escuchar música, contarse chismes, comer, entre otras cosas. 

Ella fue bastante afortunada ya que al día siguiente un grupo de personas se le acercaron y fueron bastante atentos con ella. Le mostraban el lugar, se hacían con ella en los grupos de trabajo en clase, le contaban acerca de todas las personas que le rodeaban y simplemente le ayudaban a que sus primeros días en una escuela nueva fueran menos tormentosos.

A lo largo de los días y de algunos meses ella comenzó a pasar su tiempo con ellos, ellos se habían convertido en ese grupo de amigos que ella deseaba tener para pasar los mejores ratos. Ellos, al ver que ella se estaba convirtiendo en una persona importante para el grupo decidieron incluirla en todas las salidas que hacían juntos. 

Un día ella estaba en su cuarto dibujando y viendo un par de películas. Su celular suena y se lleva la sorpresa de que su nuevo grupo de amigos quiere salir con ella. Querían ir a un lugar de comidas rápidas y luego ir a la casa de uno de ellos para conversar un rato. Otro día la invitaron a un concierto muy interesante que se hacía en su ciudad. Otro día decidieron viajar a un pequeño pueblo. Otro día fueron a cine. Otro día bailaron hasta tarde en una fiesta y no pararon de beber alcohol. Y así se pasaba Camila todos sus fines de semana, frecuentando lugares de la ciudad con su grupo de amigos, que específicamente parecían estar muy bien. Iban juntos a casi todos lados, ¿quién no desearía eso? 

Una vez en casa de Camila todo estaba comenzando a salir mal: sus padres peleaban demasiado, habían problemas con las deudas, con el tiempo que se dedicaban el uno al otro, con los momentos que eran solo de discusiones. También comenzó a tener muy malas notas en la escuela en las asignaturas más importantes. Se sentía mal con su cuerpo y con su ser. En otras palabras, Camila entró en un estado de tristeza profunda en el que no deseaba hacer nada más que dormir, comer e intentar sobrevivir. Su grupo de amigos y ella, estaban juntos en todos los grupos de WhatsApp, y llevaba varios mensajes acumulados de ellos para salir, para hacer una de esas actividades que siempre hacían, pero claramente ella por su gran sentimiento de decadencia no logra encontrar fuerzas para ser la misma. Para ser ella con ellos. Simplemente apagó su celular, cerró los ojos y no tardó en caer dormida profundamente.

Al otro día, al despertarse, lo primero que hizo fue encender su móvil y se lleva la gran sorpresa de que su increíble grupo de amigos la han eliminado de todos los grupos de WhatsApp en los que estaban juntos, anteriormente con mensajes que decían "Camila ahora tiene otros intereses, dice que está triste pero no le cuesta nada decir que es una imbécil y que no quiere salir con nosotros", "Camila solo quiere llamar la atención y mentirnos, si quisiera estar con nosotros ya lo hubiese hecho".  Se ha llevado la sorpresa de que su gran grupo de "amigos" la han dejado sola en uno de sus peores momentos; y ha llegado a la conclusión de que lo único que le aportaban en su vida eran salidas superficiales que hacen creer que son todos amigos. En realidad nunca tuvo amigos. Esos no son amigos. 

Esta es una gran historia que nos lleva a pensar y a reflexionar que muchos de nuestros amigos solo se conforman con cualquier persona para poder salir siempre, para tomar alcohol o ir de fiesta. Nosotros somos simplemente un pretexto para que esas personas puedan hacer lo que les venga en gana. No les interesa en lo absoluto algo de nuestra amistad. Si buscamos a esas personas como punto de apoyo para algún consejo o compañía sincera, jamás estarán ahí para nosotros. 

Hoy te invito a que te cuestiones algo, solo una pregunta: ¿Cuántos de tus amigos estarían en realidad en un momento malo por el que estés pasando? ¿Cuántos estarían dispuestos a renunciar a la superficialidad de algunos momentos para brindarte una compañía sincera?

Ojalá te des el regalo de responderte con la mayor sinceridad.