Prólogo
Hola, antes de empezar, escribo estas líneas para expresar los fines por los cuales escribo estas reflexiones. Mi objetivo es que podamos hablar de tú a tú a través de esta pantalla y hacer que te cuestiones sobre la vida. ¿Estoy haciendo lo correcto? ¿O qué es lo que debo hacer? ¿Tienes inseguridad sobre tu futuro? Todas estas son un poco de las muchas interrogantes de la vida que en algún momento de nuestra vida nos hemos planteado.
¿Alguna vez has sentido miedo? Probablemente sí, al fin al cabo todos tenemos miedos. Pero ¿por qué? ¿son ellos acaso lo peor que nos pueda pasar? ¿cómo puedes sacar provecho de tu miedo? Sí, leíste bien, provecho a tu miedo. Y no quiero escribir sobre el muy conocido análisis FODA *si no sabes googlea, no seas flojo/a* Quiero escribir sobre cómo tomar tus miedos y usarlos a tu favor. ¿Es eso posible? Claro que sí, es más, el miedo al igual que el estrés son necesarios. *Lo del estrés lo veremos en otra ocasión* Pero volvamos al punto, el miedo es una emoción natural, sin embargo, no debemos tomarlo como algo que nos debilita o algo que nos haga sentir vulnerable, sino lo contrario, pero ¿cómo podemos lograr eso?
Para dar respuesta a la interrogante veamos un poco de historia. En el paleolitico donde éramos nómadas, es decir íbamos de un lugar hacia otro sin quedarnos en un lugar fijo, aquí todos tenían una función, la mujer era recolectora y el varón era cazador, por tanto, el miedo era un factor clave allí... El miedo era como una maquinita que mantenía alerta a los cazadores para cuando haya una presa al asecho, esto fue la clave para nuestra supervivencia, y es lo que nos mantiene vivos incluso hoy en día. ¿Alguna vez has soñado que has caído y te levantaste de golpe? tu cuerpo dejó de respirar, y te levantaste por instinto, y fue el miedo, en este caso miedo a morir, el que te despertó. Entonces podemos deducir que el miedo, en la actualidad es la emoción que te lleva a hacer cosas que probablemente sin él no puedas lograr, por ello es importante que enfrentes tus miedos, sé que es un cliché, pero es cierto, sin miedos qué aburrida sería la vida, lo emocionante es poder superarte cada vez más. Siempre escuchamos que nos dices: "nunca te compares a nadie", pero yo creo que sí debemos compararnos, pero con nosotros mismos, con el "tú" de ayer, de hace una semana, un mes o un año. Es satisfactorio poder ver cuánto uno ha madurado. Por eso, hoy, pregúntate, ¿a qué le tienes miedo? ¿y qué puedes hacer para enfrentarlo y usarlo a tu favor? No te digo que será fácil, pero sin duda es algo que vale la pena.
Podemos decir que el miedo es un factor fundamental para hacer cosas que nos obligan a salir de nuestra zona segura o zona de confort. Por ejemplo: el águila sabe que es hora de enseñarle a volar al aguilucho (cría del águila), el águila arroja a su cría, forzándolo a que vuele, tengamos en cuenta que el nido de águila es muy alto. El aguilucho tiene mucho miedo, sin embargo, tiene que hacerlo, no hay otra forma de aprender a volar, al igual que uno no aprende a nadar leyendo, sino nadando. Así también hay cosas que solo se resuelven enfrentando cara a cara al miedo.
Para terminar, todo esto aplica a los miedos racionales, pero no a los irracionales o psicológicos, o según lo que pienso, los miedos que los creas tú en tu cabeza, pero nunca existen ni existieron. Esos miedos son los que te carcomen el alma y no te dejan vivir bien. Por lo general estos miedos se alimentan de experiencias negativas, y es parte de nuestro sistema evitarlos, pero esos miedos son los que nos impide seguir creciendo, por ello debemos diferenciar los miedos racionales e irracionales y superarlos. ¡No tengas miedo de tus miedos!