F*ck Me Daddy -. Jainico ;; Extras

Extra; Palmas

Si, no he escrito, lo sé. No puedo mentirles, me hice otra cuenta pero no diré el nombre (osiosi) y segundo, sé que esta historia tiene un final pero... Bueno, la inspiración hace lo suyo.

Son One-Shot's (y posibles Two-Shot's), no afectan la historia original, pero la temática es la misma: Daddy Kink.

Disfrutenlo, porque lo hice como mucho amor. Y puede que siga haciendo capítulos.
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Episodio cinco; Palmas.

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El olor a licor se impregnaba en las fosas nasales del ruloso, su lengua saboreó el trago y su garganta ardió por el alcohol bebido. Sus ánimos andaban por el suelo, trataba olvidar lo que vio esta tarde, supuestamente este día sería apasionado, romántico y con una noche de pasión asegurada.
Pero su ex–pareja no lo quizo así, lo engañó con uno de sus mejores trabajadores –al cual le tenía mucha confianza y lo consideraba un amigo–. Y ahora se encontraba en un Club en particular, uno en donde expone su adicción.

Un Club en donde van los Daddies y Babies a tener alguna conexión sexual rápida o a buscar una permanente.

Deja el pequeño vaso en la barra con algo de fuerza, su mirada estaba perdida. Su antigua pareja aceptaba que tuviera algún encuentro por todo esto de "Daddy Kink", inevitablemente los iba a tener, pero Navarro jamás pensó que en el fondo a la chica si le molestaba y dolía, razón por la cual se buscó a otro.

De sus labios salió un simple "Dame otro", el barman asiente sirve otro. Ya conocía a su amigo, siempre visitaba este lugar y al final se encariñó con el pelicafé.

— El bar invita, "Alfredo" —.pronuncia el nombre falso de Jaime, aquí nadie dice su nombre real por tema de privacidad.

— No quiero aprovecharme, hoy quiero tomar algo fuerte para olvidar rápido —.el gruñón observa el shot y juega con la boquilla de este.

La música retumbaba en las paredes, normalmente eran instrumentales con ritmo sensual o suave, para darle ambientación. Pero de vez en cuando ponían un 'reggaeton' para animar el aire y hacer que los Babies bailen en pareja o solos.

— Eres un cliente frecuente aquí, aunque más en la barra —.dice el de anteojos, limpiando un vaso.

— "El Bar del Mafla"... Así deberías ponerle —.sonríe algo desanimado y al ver que su vaso estaba nuevamente lleno, vuelve a tomarlo como si de agua se tratara.

— Uff... Deme siete tropicales, por favor —.una voz algo aguda rompe la burbuja de estos dos, el Daddy observa al chico de pies a cabeza, si se pusiera peluca ya se vería como una mujer. Pero su pelo fue lo que le llamó la atención, era casi rubio.

El barman lo come con la mirada por unos segundos y sirve lo que el cliente quería, aunque eran muchos vasos para aquel delgado cuerpo y nuestro querido Jaime lo ayudaría para conseguirse alguna oportunidad de noche placentera.

El rubio, al tener los seis vasos en la barra mira al que los hizo, se apoya en la barra con sus antebrazos y me acerca a su rostro con lentitud y sensualidad.

— Gracias, cariño... Eres un amor, quizás que más puedes hacer con esas manos —.le acaricia las manos al decir lo último, el de anteojos se coloca nervioso. Mentiría si dijera que jamás se interesó en él.
El rubio iba a tomar los vasos como mucho cuidado pero Jaime lo ayuda, todo un caballero en persona, pero en la cama no.

— ¿Te molesta si te ayudo? Sé que puedes hacerlo solo, pero no quiero que tengas un accidente a mitad del camino, ya sabes —.dice con respeto, observando los ojos del chico. No iba a tener esa noche de pasión, ya que observó la escena entre su amigo y este chico. Él no es mal amigo.