Capítulo 5

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Un gemido lleno de excitación escapo de sus labios en el momento en que la lengua del mayor se puso sobre la tela de la ropa interior dándole un placer que jamás imaginó en su vida que alguna vez se pudiese imaginar.

Su cuerpo comenzó a retorcerse del placer en el mismo ínstate en que su miembro comenzó a reaccionar ante los breves toques de la lengua del mayor contra este. Con una de sus manos tocó el cabello del mayor incitándolo a seguir con lo que estaba haciendo. No obstante, esto no pareció molestarle al mayor en que hiciera todo eso.

Con una sonrisa de lado, tomó posesión de los labios del menor con mucha precisión en el acto, su lengua se movía con tanta destreza que le era imposible a Ethan de seguir beso cuando su entrada no dejaba de gotear una y otra vez, y sobre todo, que su cuerpo no dejaba de calentarse a lo que más temía que era su celo.

Sus brazos rodearon el cuello del mayor sintiendo como este gruñía contra sus labios por ese acto. Su cuerpo no dejaba de reaccionar a los estímulos y a las fricciones de sus cuerpos, aun sobre la ropa.

No estaba pensando con claridad, su mente se nublo desde el instante en que Ian tomó posesión de sus labios como si fueran suyos y de nadie más en esa habitación.

Sus manos fueron tentando la camisa del mayor hasta que pudo quitar poco a poco los botones, los cuales los últimos fueron arrancados por el mayor en un arranque de desesperación.

Ethan soltó una risa tonta en él momento en que Ian comenzó a soltar maldiciones cuando su pantalón no quiso salir de su cuerpo, se tapó la boca tratando de que una carcajada no saliera de sus labios, pero al parecer falló miserablemente cuando Ian le dio una palmada en una de sus piernas con algo de fuerza.

—Lo siento, amo — secó las lágrimas que salieron de sus ojos en el momento de la risa — Fue imposible no reírme de la situación cuando usted se pone en ese plan de desesperado.

— No te rías, Ethan. Eso no hacen los niños buenos — terminó de quitarse la ropa quedando completamente desnudo.

— No he hecho nada malo — se mordió el labio tratando de calmar la risa que deseaba salir una vez más.

Ian negó divertido por situación, no era momento de estar regañando a Ethan por algo como eso y menos ahora que lo tenía así tan dispuesto a complacerlo por esa noche.

Tomó uno de los extremos de la media derecha y la bajó besando la piel expuesta que iba dejando a su paso. Lo mismo hizo con la otra de forma erótica que Ethan no paraba de retorcerse bajo sus labios.

—Amo, por favor. No sea tan malo conmigo... — gimió, tratando de que Ian al fin decidiera ayudarlo con su pequeño problema que no paraba de molestarlo.

Escuchó la risa ronca del alfa seguido del sonido e las bragas que tenía puestas siendo rotas por los dedos del mayor.

Frunció los labios, si el alfa seguía con eso de estar rompiendo su ropa interior con sus dedos, se quedaría sin nada que ponerse para complacerlo cuando se le antojara. Seguido de eso, sus piernas fueron levantadas y colocadas sobre unos fuertes hombros,

Su mente trató de descifrar lo que estaba pasando en esa parte de su cuerpo, pero nada le llegó a la mente, pero la respuesta no tardó en llegar cuando la lengua del mayor se posó en su entrada virgen y estrecha causando escalofríos de placer por todo su cuerpo una vez más esa noche.

Él debería de estar durmiendo para esas horas de la noche, pero qué más daba si se estaba sintiendo de esa forma con solo la lengua experta del mayor no podía imaginar cómo se sentiría cuando lo estuviera de lleno dentro de él.

Subió un poco más las caderas, para darle mayor acceso al mayor para que siguiera dándole más placer del que alguna vez hubiese podido imaginar. Algunas veces había escuchado a los omegas que trabajaban en el prostíbulo de cómo les había dolido su primera vez antes o después de la subasta y él no dudo en imaginarse en como seria si le llegaba a tocar un alfa como su antiguo dueño.

El Dictador {Gay} Sin correcciones.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora