El momento riesgoso

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Mikasa

Esperé a que Eren despertara de nuevo, mi cuerpo seguía tenso por lo que dijo antes de dormir por completo. Traté de ignorarlo un poco.

Despertó poco después y me miró con seriedad.

- ¿Ya estás mejor? -  pregunté

Dirigió su mano a mi rostro y lo acarició lentamente para después asentir. Se levantó y me dio un repentino beso lleno de pasión y dolor, lo sentí.

Después se levantó, Entrenamos un poco y nos dirigimos a la cena, todo transcurrió tranquilo, aún así, yo insisto en que la mirada de Eren está cambiando mucho.

Me preocupa un poco pero, qué puedo hacer?, solo puedo estar con él y mostrarle que cuenta conmigo ya que no puedo ver lo que él sí.

Terminamos pronto la cena y nos dirigimos a nuestras habitaciones, yo iba a entrar a mi habitación pero Eren me tomó de la muñeca, impidiendo que continuara caminando

- ¿Qué pasa? -  pregunté volteando a verlo

- Duerme conmigo de nuevo....por favor -  me miró triste, preocupado y con miedo, el brillo en sus ojos no estaba.

Yo fruncí el ceño de tristeza y preocupación al verlo así

- De acuerdo -  accedí y entré en su habitación.

Me quité el pequeño saco de la Legión, las botas, el equipo y la bufanda para recostarme junto a Eren para que durmiera....tranquilo

- ¿Por qué te la quitas? -  preguntó tomando la bufanda

- Duermo mejor así -  respondí

Eren se acercó a mi y rodeó mi cuello con ella, al terminar de hacerlo se acercó y me abrazó con fuerza

- Duerme con ella, por lo menos esta noche - 

Su voz sonaba bastante triste, eso hizo preocuparme bastante.

Estos días la he pasado así desde que Eren vio por primera vez una memoria de Grisha...simplemente está cambiando mucho, ya no sonríe tanto como antes.

Correspondí su abrazo y traté de que al menos cambiara su estado de ánimo, mi intención hizo que me abrazára con más fuerza y se acercara aún más a mi cuello.

Nos separamos y tomé su rostro, le dediqué una sonrisa, él la copió pero no tan alegre y sincera como la mía, era más apagada y en cierta forma...forzada.

Eren se comenzó a acercar mientras tomaba mis muñecas, su mirada ahora suplicaba mientras me miraba, levanté un poco mis cejas al ver esa mirada, me quedé en mi lugar y solo seguí aquella mirada que al parecer cambiaba a cada minuto.

Al dar apenas un roce entre nuestra boca, tocaron la puerta, llamando nuestra atención, Eren fue a abrir y yo me coloqué al lado de la misma, donde no era visible

- Hola Eren.. -  era Carla

- Mamá...¿Q..Qué haces aquí a esta hora? -

- Aún no es tan tarde -

- Sí pero te duermes muy temprano -

- Bueno, solo quería decirte que...volví a la casa, en Rose -

- ¡¿De verdad?! -

- Sí -

- Que bueno...pues, ya podré quedarme un buen tiempo contigo en...tu casa -

- Nuestra casa Eren -  corrigió

- Bueno, sí -

- Solo era eso y que me voy para allá ahora, vine a despedirme -

- Bueno, nos vemos...después -

Ambos se abrazaron y tardaron así como 3 minutos

- Te quiero -  dijo Carla ya casi para irse

- Yo igual -  respondió en un tono melancólico para después cerrar la puerta y mirarme

- ¿Por qué no saliste? -  preguntó

- Ya hay que dormir -  evadí la pregunta.

Eren me tomó del brazo de una manera algo brusca, volteé y me acerqué con rapidez, dándole un beso que redujo la fuerza que ejercía en mi brazo

- Por favor -  dije al separarnos

Eren asintió y me acompañó a la cama, él se recostó primero y después yo, me abrazó por la cintura y cerró sus ojos, quedando dormido en minutos.

Después de que varias lágrimas se derramaran de mis ojos, limpié mis mejillas y dormí.

Desperté algo tarde y me levanté, Eren aún me abrazaba, me solté de su amarre y me dirigí al baño, me sentí mareada, lavé mi cara con agua fría y por alguna razón sentí unas náuseas casi insoportables.

Bebí agua del grifo y se controló un poco, salí de aquél cuarto y Eren ya estaba levantado, colocándose sus botas y el saco, volteó a verme y se acercó a mi

- Pensé que te habías ido -  negué con la cabeza   - Estás algo pálida ¿Te sientes bien? -  preguntó, yo asentí

- No te preocupes, no es nada -

Me coloqué mi uniforme completo y ambos salimos hacia el comedor, entramos y el silencio lo invadía de manera escalofriante.

Nos sentamos en una mesa y un poco más tarde de empezar a comer Hanji, el Capitán Levi y el Comandante Erwin llegaron al comedor, totalmente serios.

Todos guardamos silencio y los miramos, sus miradas se notaban preocupadas

- Bien chicos, Zeke planea atacar las tres murallas de nuevo y dice que quiere recuperar a Reiner y....a Annie -

Todos nos quedamos callados

- Por favor, prepárense, tenemos que evitar eso -

- Disculpe...lider, pero ¿Realmente entregaremos a Reiner? -  preguntó Thomas

- No, trataremos de salir a salvo y con Reiner -

- Bien -  respondió éste

- Por favor chicos, apúrense y prepárense para la salida de hoy -

Todos asentímos y volvimos a comer, nos apuramos y salimos del comedor, preparamos los caballos y algunas carrozas.

Algunos de la Legión bajaron a las jaulas subterráneas y trajeron a Reiner, estaba en una condición casi detestable pero se lo merecía en cierta forma.

Lo miré de forma fija y lo seguí con la mirada, él me miró y su expresión fue de miedo, lo subieron a una carroza y lo mantuvieron con las manos y pies vendados junto con la mordaza de siempre

- ¡Mikasa! ¿Crees que puedas resguardar a Reiner mientras nos dirigimos al punto de encuentro? -

- Sí, no hay problema -

Subí a la carroza y lo miré con desprecio, al poco momento subió el Capitán Levi.

Todos ya estábamos preparados para partir, y así fue, salimos de la base militar de la Legión y nos dirigimos a un campo abierto después de un pueblo cercano.

Durante el camino, miraba a Reiner con tanto resentimiento que me causaba coraje, él volteó a mirarme con miedo y yo desvíe mi mirada con fastidio hacia otro lado.

Comencé a buscar a Eren con la mirada, al encontrarlo lo miré por varios segundos, él volteó a verme y sonrió de manera sincera, le devolví la sonrisa y lo miré aún por más tiempo.

Después devolví mi vista al frente y esperé a que llegaremos, lo cual no tardó mucho.

Bajamos a Reiner y lo atamos a un árbol, rodeamos el área y esperamos órdenes

- Solo esperen a que Zeke llegue -  dijo Hanji preparando sus espadas, estando alerta.

Mi miedo volvió.

¿Cambiar?  Sólo por tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora