Capítulo 21

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Ethan estaba semi inconsciente en la camilla de hospital, lo único que podía percibir era el intrigante aroma de la esterilización que había en el lugar y el sonido de los doctores moviéndose de un lado a otro.

Cuando lo habían sacado de la casa, lo único que pudo ver fue fuego y a los paramédicos hablar sobre el incendio que se había hecho cerca de la casa, seguido de eso su corazón y cuerpo habían colapsado al escuchar en el cierto momento que el carro se había incendiado era el del presidente del país y que con él estaba el vicepresidente. Le dieron un calmante lo cual solo sirvió por unas dos horas en lo que llegaban al hospital y lo entraban de una en la sala de parto.

En el momento en el cual puso los pies en ese hospital Jack fue llevado a urgencia, se desmayó en plena ambulancia y no daba señales de querer despertar después de recibir esa notica de que Thomas estaba metido en ese incendio.

Sus brazos fueron inmovilizados en un extremo de la cama para evitar cualquier cosa que las manos inquietas del omega pudiesen hacer. El parto inició normal, los médicos hicieron su trabajo con el mismo protocolo, lo trataron igual que como si fuese un Delta o un alfa, solo porque el primer vocal del país dio la orden.

Lo único que mantenía a Ethan con esperanza era que su marca aún estaba vigente y que a lo mejor su alfa estaba vivo, a lo mejor logró salir del carro antes de que incendiara y aún sigue con vida.

Pero lo que aún no le cuadraba en todo esto era que en ese carro estaba Thomas con otra persona más..., según lo que escuchó los cuerpos estaban calcinados e irreconocibles. Solo esperaba que la marca que tenía en su cuello no fuese a jugarle una mala jugada.

Volviendo a la sala de parto los doctores aplicaban una vez más la anestesia regional para mantener el pulso de Ethan tranquilo. Una enfermera se colocó a su lado para hablar con él.

— Debes de estar tranquilo, Ethan — dijo la enfermera, con una sonrisa ensayada — Tus hijos necesitan que estés tranquilo y con el pulso estable.

— Eso trato — murmuró — Sé que mis hijos estarán bien..., yo solo debo de hacer las cosas bien y todo estará bien.

— Así se habla, Ethan — alagó el doctor — Ni cuenta de diste cuando tu hija ya está aquí.

Los ojos de Ethan se nublaron al verla, era una pequeña alfa y por el olor que tenía supuso que era de la misma raza que Ian, un león. La tomó en brazos viendo como su cabello rubio que brillaba con la tenue luz de quirófano.

Solo deseaba que Ian estuviese allí para que viera el nacimiento de sus hijos, que viera que el primero que nació fue una hermosa alfa así como él y que se notaba que sería fuerte y llena de vida. Ethan se la entregó a la pediatra para que hiciera todo lo correspondiente. Lo segundo que escuchó fue el primer sonido de su hijo, que supuso también era un alfa por el potente grito que hizo. Era tan lindo con su cabello castaño y liso, la pediatra hizo el mismo procedimiento con varón, hasta que solo quedó uno.

Ethan miró la puquina que controlaba los latidos de su corazón para entretenerse en algo, hasta que un pequeño quejido seguido de un chillido le hizo volver su atención a lo que pasaba en la sala. Una cola se mostró por encima de la cortina y él no pudo estar más feliz al ver a su pequeña hibrida, una hermosa niña fue colocada en sus brazos. Ethan apreció su hermoso cabello rizado y rubio que hacían contraste con sus ojos verdes, su hija parecía una pequeña princesa mimada y él se iba a encargar de que fuese realidad ese sueño. Su hija no pasaría por lo mismo que él pasó en ese lugar.

— ¿Ya tienes los nombres de sus hijos? — Preguntó la pediatra con una hoja en las manos — Si desea lo puede hacer después cuando esté en su habitación sus hijos — tomó a la hibrida en sus brazos, después de dejar la hoja aun lado.

El Dictador {Gay} Sin correcciones.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora