Antes que sea tarde || Bakujirou ||

Antes que sea tarde

El último año en la UA, trajo consigo nuevos villanos al igual que una nueva amenaza para la civilización y los héroes. Villanos responsables de grandes catástrofes, que gracias al esfuerzo y valentía de los futuros héroes lograron ser derrotados.

Por desgracia no todo quedó ahí, aquel enfrentamiento provocó desastres y una gran número de heridos. La civilización se recuperaba con la ayuda de los héroes profesionales.

Los estudiantes del profesor Aizawa ayudaban a la causa, sin embargo algunos de ellos pertenecían al porcentaje de heridos que produjo el ataque. En ellos se encontraba Jirou Kyoka quien gracias a la atención de Recovery Girl logró reponerse, pero no del todo. Aquel villano logró desquitarse con ella ocasionándole fuertes fracturas en la pierna y costilla. No pudo hacerle frente sola por lo que necesitó la ayuda de un héroe profesional.

Apenas llevaba cuatro días en el hospital y ya lo odiaba, cuatro días viendo el techo blanco de la habitación, cuatro días de estar tendida en la camilla sin poder hacer nada, eso la frustraba, quería ayudar tal como lo hacían sus compañeros.

Soltó un gran suspiro, intentaba no aburrirse, pero como no hacerlo si se encontraba sola y sin nada más que hacer, solo quedaba escuchar el sonido que emitía el viejo reloj.

Recordó cuando sus padres se enteraron de su estado tan grave, la trataron al igual que una niña, sobretodo su padre…

Sus pensamientos fueron interrumpidos por los sonidos de la puerta abriéndose, era el doctor.

Ella en silencio esperó a que el doctor terminara de ver las hojas que traía en la mano hasta que habló.

—Gracias a la intervención de Recovery Girl tus lesiones lograron recuperarse, por lo cual mañana te daremos de alta —al fin pudo escuchar algo bueno del doctor, se sintió feliz, ya no tendría que estar más en esa horrorosa camilla.

—Por cierto, tienes visita —solo pudo salir un “qué” de sus labios. Sus padres dijeron que vendrían por la noche y apenas era medio día, pensó que tal vez podría ser uno de sus compañeros. Y así era, pero no esperaba que él vendría a visitarla.

—¿Bakugou? —manos en el bolsillo y ceño fruncido, todo parecía normal en él.

—Orejas —ahora contando el sobrenombre, todo bien.

La habitación quedó en silencio por dos largos minutos. Ambos no apartaban la mirada. Kyoka soltó un bufido y comenzó a hablar.

—Primero; te recuerdo que tengo un nombre es Jirou Kyoka, no tengo que estar repitiéndote cada vez, y Segundo; ¿qué haces aquí? —inició con la interrogante.  

—¿Algún problema con mi presencia?

—No, pero… ugh. —se cubrió el rostro algo cansada— ¿Quién te envío?

—Tch… vine por que quise.

—Bueno… si es así, dime la razón de tu “visita”.

Se escuchó el bufido del cenizo, pero lo más notorio fue en como su mirada se ablandó.

—Quería saber cómo estabas.

«Estoy alucinando o Bakugou acaba de preguntar sobre mi estado» Algo tan repentino que cualquiera pensaría que era una broma, al menos ella.

—¡Vamos! Tu no eres así —soltó una risa.

—Tienes razón, no lo soy.

—¿Eh?

Los sentimientos que retenía hace bastante tiempo estaban a punto de salir, sentimientos que resultaron ser molestos y agradables al mismo tiempo para el chico.

—¡Joder! ¡Esto es tan problemático!

Ahora estaba perdida «Qué le pasa» pensó, sus acciones solo hacia que Kyoka se vea confundida y… ¿aterrorizada? Tal vez un poco.

—¿Qué es tan problemático? —se atrevió a preguntar.

—Tú.

—¿Yo?

—No estuve ahí cuando todo sucedió… si no fuera por Endeavor tu… —apretó las manos, la ira por no haber hecho nada por ella lo invadió.

—Tranquilo, ahora estoy bien. Los villanos ya fueron capturados, no hay nada de que preocuparse… cálmate.

—¡No! Los estúpidos villanos son los culpables de que tú estés ahora en este asqueroso hospital.

Tenía razón, entendía que ellos fueron los responsables de que se encuentre ahora mismo en el hospital, mas no comprendía por que él se molestaba por eso. Jirou no quería sacar conclusiones antes de tiempo.

—¿Si?… Katsuki ¿estás bien?

—¡No! No estoy bien, nada está bien, ¡mierda!...

La azabache trataba de comprender al cenizo, pero este no dejaba de dar vueltas a su problema «¿Pero que rayos le está pasando?» Aparece de la nada para después empezar a gritar en la habitación, que gran día está resultando ser.

—Orejas, esos bastardos hicieron darme cuenta de que si algo lograra a ocurrirte no me lo perdonaría, así que quiero que lo sepas de una vez… contigo a lado siento cosas que con ninguna otra había sentido en toda mi puta vida. Tu eres la única por quien entregaría mi vida solo para protegerte.

Kyoka no pudo creer lo que veía, nunca pensó que en algún momento de su vida lograría ver al rubio sonrojado aunque él intentaba ocultarlo, de igual manera no le resultó. Todo parecía bien hasta que ella procesó lo que él dijo, ahora ambos tenían el rostro hecho un tomate.

—Espera un momento… ¿esto es una confesión?

—Tómalo como quieras —se pasó una mano por la nuca.

—¿Bien?… eh, no sé que decir —soltó una risa nerviosa. Era la verdad, no sabía que palabras soltar.

—Es tu decisión… no te presionaré, puedo esperar… solo quería decirlo antes que sea tarde —soltó un gran suspiro, decir lo que sentía hace tiempo resultó ser satisfactorio, se sintió bien consigo mismo.

«¿Qué mierda acabo de hacer?» pensó el chico, ni la actitud, ni las palabras eran propio de él, tan cursi llego a ser por ella. «Ella es la responsable de todo» de todo lo que ocurría.

Nadie dijo nada, la habitación quedó en silencio. Bakugou pasó a retirarse… Pero se detuvo al oír las palabras de Kyoka.

—Katsuki… no necesitas esperar. —respiró hondo— Pensé que nunca diría esto, pero yo también te necesito, a mi lado.

Dudó en decirlo, pero que más da, ya lo dijo. Y era cierto ese idiota de pelo rubio cenizo había ganado su corazón, quizá un amor imposible pues cada uno se enfocaba en su carrera como futuros héroes. Solo hizo falta un empujón para demostrar que el amor era mutuo.

El no dijo nada, solo atinó a sonreír para después marcharse dejando atrás a una azabache confundida más de lo que estaba ¿qué significaba esa sonrisa? Lo dejaría así, fue suficiente por hoy.

***

Agradecía que el profesor Aizawa le permitiese quedarse en su hogar con sus padres luego de salir del hospital, aunque solo sea por un día.

Lo de Bakugou la dejó pensando en que la vida de un héroe también puede haber espacio para el amor, precisamente como era su situación actual.

Al día siguiente se alistó para regresar de nuevo a la UA tendría que ponerse al día por los días faltados resultando un poco estresante para la azabache.

Llegó temprano a las clases, lo primero que vio fue a él, sentado con los pies sobre la mesa, ni con los años cambiaría su forma de ser cosa que le causó gracia.

Sus amigas se acercaron a ella interrumpiendo sus pensamientos. Debido al pequeño alboroto producido por estas el chico explosivo logró darse cuenta de la presencia de Kyoka quién deseaba poder hablar con él, pero ahora con sus compañeras a lado y la reciente aparición del profesor Aizawa no podría.

Esperó hasta la salida rechazando amablemente ser acompañada por el grupo de amigas.

Solo quedaron ellos dos mirándose fijamente.

—¿Te quedarás ahí parado como un idiota? —inició burlona.

—¡Qué dijiste mierda! —se acercó a ella.

Kyoka comenzó a reír sin control, por alguna razón le encantaba la reacción que tenía el chico.

—Idiota —pronunció aún en carcajadas.

—Joder, orejas —acarició la cabeza de Jirou, frotándola como si acariciara a un cachorro.

Ante tal acción ella paró de reír. Su rostro tan rojo, ahora el chico era quién se burlaba de ella.

—¿Por qué te callas? —se agachó hasta quedar a la altura de ella.

Con sus Jacks quitó las manos del chico.

—Vámonos.

Ambos salieron caminando al lado del otro.

—¿Quieres que lo mantengamos en secreto? —preguntó Jirou.

—Por mi no hay problema, da igual lo que piensen los extras.

—Tienes razón.

Dejarían que todo pase según tenga que pasar, al fin y a cabo solo importaban ellos.