Mi nombre es Andrea Collins, tengo 16 años, mis padres están separados. Mi mamá vive en Miami y mi papá vive en New York. Tengo tez morena, cabello largo, ondulado de color marrón oscuro. Mi cuerpo no es nada lindo, lo puedo asegurar. Soy insegura, nada sociable, inteligente y otras cosas, pero aun así soy feliz.
***
― ¿Qué, cómo que te gusta él?―no comprendo tantos chicos que hay en este planeta y se tiene que enamorar de él.
― ¡Si! Es tan lindo.―otra enamorada más.
Aquí les presento a mi mejor amiga, Anastasia James .Una excelente chica, de tez clara, no blanca, de buen cuerpo, segura, sociable, atrevida, inteligente y muy linda. Sí, mi amor platónico es su futuro novio. Todas sabemos que si nuestra mejor amiga está con tu amor platónico, no se van a sentir cómodas como se supone que sea. Cómo por ejemplo; ayudarla para que se escape con su novio, dejarlos que tomen su tiempo, convencer a sus padres que la dejen salir contigo, para que pueda ver a su novio. Aunque eso no es impedimento alguno para la amistad. Hace mucho he estado pensando acerca de todo lo que he pasado en mi vida, llegué a la conclusión de que necesito un cambio y tomaré una decisión para mi bien tanto para el presente y futuro.
―Andrea ¿estás bien?― si supieras el huracán que tengo dentro.
―Sí ¿Por qué?―mentí.
―Es que te noto pensativa―Demasiado pensativa diría yo.
―Nos vemos luego―me despedí de ella y me fui.
Hoy es jueves, el viernes parto hacia mi nueva vida en Nueva York. Mi mamá no estuvo de acuerdo al principio, pero, se dio cuenta que papá necesitaba estar conmigo al igual que yo con él. No se lo he dicho a Anastasia, creo que se lo diré ¿hoy? ¿Mañana? ¿El viernes? ¿O tal vez la próxima semana? Ya sé, se lo diré el viernes antes de irme, no es mala idea. Me voy no por el chico sino porque quiero cambiar y empezar una nueva vida. Siempre me he sentido como una sombra cuando estoy con Ana. Si estamos en algún lugar con mucha más gente soy solo "la chica que siempre esta con Ana". No tengo tanta importancia para las otras personas si estoy con ella. Y me molesta amucho, esa es una de las razones por las que me voy.
Conozco a Ana desde que tengo conciencia, es muy difícil dejar a la persona que ha pasado todos los momentos más importantes de tu vida junto a ti. Pero a su lado en vez de crecer, me hago más pequeña. Ver como todos la admiran, estoy muy orgullosa de ella, pero es hora de que sea yo misma y no creo que al lado de ella lo pueda lograr. Además no está nada mal cambiar de aires y conocer un lugar distinto. Allá, tengo dos hermanos, un niño de 8 años, su nombre es Joseph y una niña llamada Dalilah de 5 años recién cumplidos. También tengo una madrastra su nombre es Alexandra, es súper buena y excelente mujer, al igual que mi mamá, mi papá se llama David.
**Viernes**
Me levanté emocionada, hoy me iría a mi nueva vida, me aseé y me vestí. Saqué de mi closet un mahón azul marino, una blusa azul turquesa y mis amigas, las vans rojas. Mi cabello lo dejé suelto, la palabra peinarse no está muy recibida en mi vocabulario ni en mi diccionario. Luego bajé a desayunar, mamá me hizo unos pancakes con syrup homemade, eso sí que es delicioso, luego de llenar mí estómago me fui a la escuela.
―Hola Andrea―Anastasia me saludó con un beso en la mejilla.
―Hola Ana―le devolví el saludo.
―Andrea, te tengo que contar algo que me dijo Carlos―sus ojos brillaron al decir el nombre del chico.
Si, ése es el nombre del chico, Carlos Betancourt, un chico jodidamente sexy, deportista, popular, excelente cuerpo y guapísimo.