Tae: 13 años.
Jhope: 16 años.💋💋
–¿Hyung, podríamos hacer eso otra vez?-preguntó el rubio a su lado.
–¿Hacer que cosa Tae?-respondí distraídamente.
TaeHyung y el se encontraban en su habitación, su pequeño amigo había ido con la excusa de no entender un problema de matemáticas, y el sabía que aquello era mentira. Vamos, Tae un niño que para su edad es muy inteligente, sus notas en el colegio eran las mejores. Incluso llegaba a pensar que el chico podría ser un dotado. Pero aquello no le importaba, se sentía raramente feliz que su amigo le pidiera ayuda, tenerlo a su lado un par de horas solo para el, sin que nadie interrumpiera el tiempo de "estudio" era la excusa perfecta para estar ellos solos.
Ahora prestándole verdadera atención al rubio, no podía negar que no solo lo veía como un amigo. Desde hacía un tiempo había comenzado a sentirse de otra forma, y sabía lo que aquello significaba, pero lo ignoro. No solo la diferencia de edad le jugaba en contra, eran tres años y no sería gran problema si no fuera por que su amigo tenía trece años recién cumplidos, aún para ojos de otras personas era un niño. Su niño.
También estaba que eran dos hombres, y aunque en Corea ya no era un tabú ver dos personas del mismo sexo juntas, habían personas que repudiaban aquella forma de amar. Y no quería que su pequeño TaeTae sufriera de tan temprana edad aquellas miradas cargadas con insultos de unos ignorantes.
Pero aquello no fue impedimento para que un día sin saber que lo impulsó, tomó el primer beso del rubio. Haciéndose adicto al sabor, siempre fueron inocentes, algunas veces era un simple roce de labios, otros un poco más profundo. Pero nunca habían pasado más allá de eso. Hasta que hacia seis días exactamente quizo saber cómo sería jugar con la lengua de Tae, llevándolos a sensaciones que experimentaron por primera vez.
Sonrió hacia Tae, esperando que le dijera lo que tanto quería escuchar, por que ya sabía lo que el rubio le pediría. Otro beso, diferente a los que ya se habían dado.
–Hobi Hyung, tu sabes...–subió hacia la cama donde se encontraba el mayor sentado–Cuando me diste aquel beso..–su rostro enrojeció debido a la vergüenza.
–Mmm.. ya veo.–tomo las caderas del menor y con un poco de fuerza lo subió a su regazo, dejando una pierna a cada lado de su cadera–Tu dices aquel beso donde metí mi lengua en tu boca.. ¿verdad?.
–S..si ese. Me gusto mucho Hyung..–las menos del rubio se posaron en sus hombros, acariciando suavemente con sus dedos.
–De acuerdo bebé.. ven aquí..
Aún con mis manos en sus caderas lo atraje con totalidad a mi cuerpo. Nuestras bocas estaban a centímetros de tocarse, sus ojos se habían cerrado al momento de sentir que nuestras respiraciones comenzaban a mezclarse. Cuando por fin junte nuestros labios sus manos pasaron a la parte posterior de mi cabeza donde tomó un puñado de mi cabello con fuerza.
Su lengua comenzó un juego de quien ganaba con la mía. El sabor de su boca me volvía loco, sus labios tan perfectos y suaves me volvían adicto. Su cuerpo tan cerca del mío, su cintura estrecha, su trasero comenzando hacerse notar. Todo en el me tenia en otro mundo.
Acaricié sus piernas, aprovechando que tenía solo uno de sus shorts cortos, pase mis manos por aquellas nívea piel que tanto me moría por marcar con mi boca.
Solté un gemido cuando sus dientes atraparon mi labio inferior y tiro de el suavemente. Abrí los ojos solo para descubrir que Tae también me miraba, pero esta vez era diferente. Sus pupilas estaban dilatadas, se podía ver el castaño en sus ojos más oscuro de lo normal.
¿Este es mi Tae?
No pude responder mi propio pensamiento. Deje incluso de respirar por unos segundos o minutos no lo sé. Mi corazón se disparó latiendo tan rápido que incluso podía sentir el sonido de este bombeado sangre a cada parte de mi cuerpo, especialmente a una, la cual comenzaba a doler.
No ayudo en que el rubio que aún seguía encima de mi regazo comenzara a mover en sus caderas en una forma lenta y enloquecedora, podía sentir su miembro tan despierto como el mío, buscando sentir otra vez aquella fricción Tae se movió con más fuerza, y más destreza. Otro gemido resonó en el lugar, y a este punto no sabía de que boca había salido. La temperatura de la habitación se hizo insoportable, y con eso me di cuenta que si no paraba lo que estaba sucediendo terminaría por desnudar a Tae y hacerlo completamente mío.
Así que separando nuestros labios y dejando mis manos fuera de su cuerpo, comencé a controlar mi respiración, notando que Tae hacía lo mismo.
–Bebé, joder...¿cómo...–¡Dios! aquello fundió mi mente. Mi respiración aún seguía un poco agitada, por lo que suavemente intente separarlo de mi.
–N-no, no no.–Con un abrazo de oso no dejo que lo quitara–¿No te gusto?–su voz sonó frágil.
–¿Qué? No bebé, mírame amor–su agarre se aflojo y cuando sus ojos se posaron en mi, sonreí.–Me encantó, de verdad que si. Aunque no lleguemos al final, yo quiero saber, tu cómo sabías... bueno... ¡Joder! ¿De donde sacaste moverte así?
–¿Instinto?–
–Tae.. te daré tres segundos... uno... do..
–¡Está bien! Te diré–sus mejillas se tornaron de un color rosa–Yo... bueno... en realidad... Jin y yo estábamos en una pijamada y bueno, uno de los chicos nos mostró un video y era cómo dos chicos tenían sexo yyoqueriaintentarhacerlocontigo.
Para este punto tenía demasiadas preguntas. ¿Mi pequeño ya quería pasar al siguiente nivel? ¿Un niño tonto se atrevió a ensuciar aquella inocencia? ¿TaeHyung aún era inocente? ¿Sería posible morir por dolor en los huevos?
Aún un poco confundido volví abrazar aquel cuerpo que se encontraba en mi regazo esperando una respuesta por su confesión.
–Escucha, te amo y no importa si somos jóvenes para entender este sentimiento. Yo lo siento aquí en mi corazón, siento que sin ti no puedo vivir. Pero debemos esperar TaeTae, tengo muchas ganas de hacerte mío. Pero esta no es la forma, quiero que tengas una primera vez especial, y si con ello debo esperar tres años más lo haré. Incluso más.
Al separarme y verlo a los ojos pude notar que había un brillo acuoso, sonrió y con ello mi corazón sintió la tranquilidad que siempre transmitía Tae.
–De acuerdo Hyung, esperaré. Y yo también te amo, aunque algunas veces digas que soy un niño, yo también lo siento aquí..–tomo mi mano y la llevo a su pecho dejándola sobre el latido errático de su corazón.
Estuvimos un par de minutos solo abrazándonos, sintiendo cada vez más pesado el cuerpo de TaeHyung supuse que se había quedado dormido. Y no estaba equivocado cuando lo acosté a un lado de mi cama, su rostro estaba sonrojado por el calor, su cabello rubio se pegaba a su frente y de su boca salían suaves quejidos. Sonreí por lo adorable que era, sin duda alguna cuando tuviera la edad suficiente le diría que fuera mi novio. Y no dejaría que nadie se le acercara a su bebé.
Antes de acostarse a su lado posó sus labios a la mejilla del menor. Por que no importaba dónde o cómo fueran los besos que se daban, estos siempre serían igual de especial cómo primero que compartieron.
💋💋