I'll be home for Christmas

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Notas: Si, ya se que estamos a 28 de diciembre pero lo bueno siempre tarda en llegar no?

Cómo sea espero que hayan pasado una feliz navidad y que tengan un lindo año nuevo.

PD. EL NIEYAO NECESITA MÁS AMOR Y QUE MEJOR QUE JUNTARLO CON EL XICHENG.

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Hacía tanto frío que aún con la calefacción necesitaba dobles cobijas. Si su esposo estuviera junto a él tal vez tendría más calor al sentir ese tibio cuerpo en su espalda. Pensando en eso, abrió los ojos y dio un hondo suspiro dispuesto a comenzar con su día.

Fue hasta que se movió un poco entre las sábanas que se dio cuenta que no estaba solo en su cama. A su derecha había un montículo bien conocido como Jiang JingYi, su travieso y consentido hijo de diez años; a sus pies una bola peluda llamada Sandu, un huski de apenas un año descansaba con respiración acompasada.

Había olvidado que su hijo se empeñó en hacerle compañía en su habitación junto a su mascota, con el pretexto de cuidar de él para disfrutar de sus mimos. Y Jiang Cheng no podía decirle que no a su tesoro. Con cuidado salió de las cobijas y se levantó para empezar con los preparativos de la cena de nochebuena.

En esta ocasión su familia y amigos vendrían a su casa para compartir la cena y pasar un rato agradable. Él sería el anfitrión y quería tener todo listo para cuando todos comenzaran a llegar. Se metió a la ducha para luego bajar a preparar el desayuno no sin antes echarle una mirada a JingYi que aún dormía con la boca abierta sobre la cama y las cobijas, con todas sus extremidades extendidas.

Aquella escena le hizo sonreír. Su niño se parecía demasiado a su hermano Wei Wuxian incluso hasta en la forma de dormir, si no fuera porque Lan Yuan su sobrino e hijo de su hermano es más grande que JingYi, cualquiera diría que les cambiaron a los hijos al nacer. Sin embargo, su esposo Lan Huan siempre le decía que su retoño era idéntico a él. Sea como sea Jiang Cheng no cambiaría a su pequeño A-Yi por nada del mundo, era su bebé.

Bajó a las escaleras y comenzó a cocinar. Luego de media hora y estando casi a punto de terminar con los wafles, pudo escuchar un sonido de algo que había caído al suelo en el segundo piso de su casa para después escuchar un ladrido. En el suelo de su habitación para ser más precisos. Cómo siempre JingYi se había caído de la cama y seguro ya no faltaba mucho para que bajara a desayunar.

Tal como WanYin imaginó, su hijo bajaba las escaleras yendo directo a la cocina. Vestía un pijama azul marino con focas bebés, bajaba junto a su mascota y al entrar a la cocina vio a Jiang Cheng y casi gritó.

– ¡Waffles!

– Mocoso mal educado, primero se dice buenos días – le regañó.

El niño arrugó la nariz y de inmediato se levantó para abrazar a su papá por la espalda. Aquella reacción le sacó una sonrisa a Jiang Cheng.

– Buenos días papi – dijo hundiendo la cara en la espalda de su papá.

– Así está mejor – respondió el mayor sonriendo y girando para revolver el cabello de su hijo.

El niño se despegó de él y fue directo a sentarse a la mesa. Al ver su desayuno de wafles con fresas y miel además de chocolate caliente, su sonrisa se hizo enorme y comenzó a devorar lo que había en su plato.

Jiang Cheng fue a sentarse junto a él llevando su taza de un perrito con sombrero navideño que estaba llena de café.

– Debes pasar menos tiempo con tu tío Xian. Comes como si no te diéramos alimentos en un mes, te vas a atragantar – regañó.

I'll be home for ChristmasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora